III Domingo de Adviento, Misa Familiar, 11 de diciembre de 2016

MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy
buenos días para todas y todos! ¡Sean bienvenidos a este encuentro con la
alegría! Es que el Señor está cada vez más cerca de nosotros. La luz de Cristo
ha de manifestarse en nuestras actitudes. Y, así como el nacimiento de un niño
llena de alegría a su familia, el nacimiento de Jesús en nuestros corazones
debe llenarnos de un gozo que nos lleve a cambiar lo malo por bueno, en honor a
Él, que ya viene. Vivamos este III Domingo de Adviento, el Domingo de la
alegría, de manera que se nos note y alegremos a todos.
LA CORONA DE ADVIENTO
Hemos llegado a la tercera de cuatro semanas que dura el
Adviento. Encenderemos la tercera vela,
de color rojo, signo de fe fuerte que causa una alegría auténtica y duradera.
BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO
III
DOMINGO DE ADVIENTO
LA
ALEGRIA TIENE UN NOMBRE: ¡JESÚS!
¡SEÑOR,
QUIERO QUE NAZCAS EN MI CORAZÓN!
JESÚS,
ERES PRESENCIA Y CERCANÍA
JESÚS
NACE PARA NUESTRO BIEN
PENITENCIAL
1.
Nos gusta mantenernos atados a nuestro pasado doloroso y nos negamos a vivir la
alegría de un presente feliz. ¡Señor,
ten piedad!
2.
Buscamos que Dios obre prodigios mágicos; entonces nos quejamos e ignoramos las
señales que Él va haciendo en nuestras vidas cada día. ¡Señor, ten piedad!
3.
Queremos ser felices, pero olvidamos hacer que otros lo sean. ¡Señor, ten piedad!
MONICIÓN SOBRE LAS
LECTURAS
La
llegada tan anunciada de nuestro Salvador es motivo de gozo. Es hora de dejar
atrás todas las conductas que nos relacionan con la oscuridad para pasar a ser
manifestación de la Presencia del Dios con nosotros en nuestro cada día. Hay
que anunciar su llegada a nuestros corazones con nuestros pequeños y grandes
sacrificios para prepararle a Jesús un lugar digno en nuestros corazones.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Pensamos que tu
Iglesia ha de ser alegría, Señor. Para que la profundidad de tu Palabra no les
impida al Papa y a cada consagrado, a cada laico comprometido, expresar en sus
actos de cada día la alegría que irradia tu llegada. Roguemos al Señor.
2. El mundo quiere que estemos alegres, Señor.
Haz que jamás olvidemos que la alegría verdadera no descalifica ni humilla, y
tampoco destruye conciencias; que, por el contrario, es capaz de unir familias
divididas, comunidades que ya no lo eran. Roguemos
al Señor.
3. Tú eres quien causa la Navidad, Jesús.
Para que, al preparar el ambiente físico y las comidas de Navidad en nuestros
hogares, tengamos cada vez más presente que ésta es Tu fiesta, que es Tu venida
al mundo lo que celebramos. Y que, así, nos gocemos por Tu Presencia en
nuestras vidas. Roguemos al Señor.
4.
Confiamos en tu Misericordia, Señor, eso
nos llena de alegría. Te damos gracias porque Tú haces fecunda nuestra
existencia al darnos la a todas las personas. Roguemos al Señor.
5.
Hay mucha gente triste, Señor. Hay
muchos que sólo desean llorar en esta Navidad. Que la compañía de seres
queridos, los recuerdos de tiempos felices y la certeza de Tu venida sean
capaces de restablecerlos. Roguemos al
Señor.
6.
Muchas veces confundimos la alegría con
la burla, el chiste malo y torcido con el humor bueno. Que jamás olvidemos
que Tú te hiciste Hombre, Jesús, para devolvernos la dignidad perdida por el
pecado. Roguemos al Señor.
7.
Cuando sufrimos dolores físicos,
enfermedad, aislamiento familiar o social, pobreza agobiante, violencia física,
entonces necesitamos más del amor de ese Niño de Belén. Manifiéstate, Niño
Bendito, en esas duras situaciones de vida y llena esos corazones de esperanza
por Tu llegada. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
1. Queremos ser música de
Dios en el mundo. Presentamos las notas que produce esta guitarra como compromiso de convertirnos en notas de alegría donde
nos encontremos.
2.
Pastores y reyes te adoraron, Jesús. En
medio de las situaciones que estemos viviendo, queremos adorarte como pastores
-con la alegría de nuestra pobreza- y como reyes –con la humildad que puede
detenerse y postrarse ante quien es la Vida plena, Jesús.
3.
Eres pan
y vino, Jesús, que ofrendamos para que la acción sacerdotal los transforme
en Pan de Vida y Cáliz de Salvación.
ACCIÓN DE GRACIAS
¡Señor,
gracias porque Tú eres nuestra alegría!
La llegada tan anunciada de nuestro Salvador es motivo de gozo. Es hora de dejar atrás todas las conductas que nos relacionan con la oscuridad para pasar a ser manifestación de la Presencia del Dios con nosotros en nuestro cada día. Hay que anunciar su llegada a nuestros corazones con nuestros pequeños y grandes sacrificios para prepararle a Jesús un lugar digno en nuestros corazones.
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