II Domingo de Adviento, Familiar, 4 de diciembre de 2016
LA
CORONA DE ADVIENTO
Hemos
llegado a la segunda de las cuatro semanas del Adviento.
Encenderemos hoy una vela de color azul, que nos invita a ser
sembradores de justicia y de paz dondequiera que nos encontremos.
BENDICIÓN
DE LA CORONA DE ADVIENTO
II
Domingo de Adviento
Para
que florezca la Justicia y abunde la Paz
Jesús
quiere nacer en ti
¡Jesús,
aquí estoy para ayudarte!
¡Lléname
de Ti, Señor!
MONICIÓN
DE ENTRADA
¡Muy
buenos días, hermanos! Recordemos que todos somos bienvenidos a esta
celebración.
En
este II Domingo de Adviento conoceremos a Juan, el Bautista, a quien
el mismo Jesús definiría como “el más grande hombre nacido de
mujer”. Y no se preparó en la comodidad, sino en el desierto. Él
nos invita hoy a hacer un mundo mejor, más justo, donde pueda reinar
la paz con alegría, disponiendo nuestros corazones para actuar en
sintonía con el Señor Jesús.
PENITENCIAL
- Qué fácil nos resulta seguir una discusión, en lugar de llegar a acuerdos. ¡Señor, ten piedad!
- Buscamos demostrar con lo malo que sucede que no hay razón para esperar en Cristo. Nos cuesta confiar en Dios. ¡Cristo, ten piedad!
- Somos como somos y nos incomoda tratar de cambiar nuestras actitudes negativas. Evitamos llenarnos del tu Santo Espíritu para lograrlo. ¡Señor, ten piedad!
MONICIÓN
SOBRE LAS LECTURAS
El
Salvador prometido llegará. Viene a
transformar el mundo y a traerle la paz de Dios por eso hemos de
alabar, agradecidos, a Dios. Debemos confiar en eso y avivar la
alegría, bien dispuestos a cambiar nuestro comportamiento,
llenándonos del Espíritu de Dios.
ORACIÓN
DE LOS FIELES
1.
Pidamos al Dios-con-nosotros que bendiga al Papa Francisco, a los
obispos y a nuestros sacerdotes, especialmente a … . Para que nunca
se cansen de invitarnos a mejorar y de esforzarse por hacerlo ellos
también. Oremos.
- Oremos muy especialmente por la Iglesia que sufre: por quienes están pasando momentos difíciles por la pérdida de un ser querido, conflictos laborales, familiares o de salud, para que el Señor ilumine su caminar y haya personas que les ayuden a solucionar o sobrellevar la situación. Oremos.
- 3. No olvidamos, Señor, que cerca de nosotros hay personas amadas que han perdido la ilusión de vivir o la fe. Toca, te rogamos, esos corazones heridos y dales el impulso necesario para salir de esa condición y llegar a tu Luz. Oremos.
- Ayúdanos, Jesús, a cambiar, porque el mundo será mejor si cada uno de nosotros cambia –aunque sea un poquito- para bien. Oremos.
- Señor, ayúdanos a adorar al Niño Dios y compartir su alegría aunque no haya mucho dinero o tengamos problemas. Oremos.
- Oremos para que podamos ser buenos con los demás aunque sea con nuestra compañía. Que no esperemos a ser ricos para compadecernos y ayudar, sino que seamos misericordiosos con los que sufren. Oremos.
- No olvidamos, Señor, a nuestros difuntos, quienes ya no están en medio de nosotros. Te suplicamos que bendigas a quienes les conocimos y que nuestras oraciones les ayuden a llegar a la plenitud de tu Presencia. Oremos.
OFERTORIO
1. La
naturaleza toda se alegra en el Señor, en su venida gloriosa, en su
obra salvadora. Dos sencillos animales dieron calor al lugar donde
nacería el Niño Dios, una
mula y un buey.
Hoy te estamos entregando, Señor, lo más noble de nuestros
corazones, con la decisión de entregarlo a quienes nos necesiten.
2. Presentamos,
finalmente, la excelente ofrenda del
pan y del vino,
señal del esfuerzo y el trabajo que hemos realizado durante esta
semana con el deseo de ser mejores personas y, sobre todo, la alegría
que supone vivir, desde ahora, la presencia de Jesús en el Belén
de nuestros corazones.
ACCIÓN
DE GRACIAS
Te
damos gracias, Padre Bueno, por el misterio de la presencia de Jesús
en nuestra historia. Te rogamos nos hagas sembradores de justicia y
de paz donde nos encontremos.
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