Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario, Misa Familiar, 13 de noviembre de 2016
Sale el sacerdote y da
la bienvenida.
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Seamos
bienvenidas y bienvenidos a nuestra Celebración! Hemos llegado al XXXIII
Domingo del Tiempo Ordinario.
Todo
tiene un tiempo de duración, hasta nosotros. Por eso debemos prepararnos para
vivir una vida diferente, nueva, siempre con la Presencia del Señor Jesús. Él
quiere que seamos siempre dichosos; y esa eternidad junto a Dios, el vivir el
Reino, debe motivarnos a ser mejores personas cada día.
Hoy
celebramos el Día de la Iglesia Diocesana con el lema “Somos una gran familia
CONTIGO”. Colaboremos con nuestra
parroquia, nuestra gran Familia.
Se adelantan varios
niños(as) por la nave central con carteles elevados:
XXXIII DOMINGO
ORDINARIO
CON DIOS NADA TEMO
¡DIOS NOS DA VIDA DE
VERDAD!
NUESTRA DIÓCESIS, UNA
GRAN FAMILIA
TÚ Y YO SOMOS IGLESIA
MONICIÓN SOBRE LAS LECTURAS
¿Qué
respuesta daremos ante nuestras dificultades? ¿Qué haremos cuando ya no nos
quede más tiempo? El Señor quiere que, confiando en Él, nos esforcemos más en
ser mejores; que no permitamos que nada ni nadie nos aparte de su amor, pues Jesucristo
es el único que nos ha salvado y el único que nos da vida eterna. Todo lo demás
pasará. Nosotros debemos ser perseverantes para llegar a ver su gloria.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
La gran Familia de los hijos de Dios es
la Iglesia. Oremos por la de nuestra Diócesis, recordando que todos somos necesarios
y necesitados. Roguemos al Señor.
2.
La Iglesia Diocesana la dirige el Obispo
(y su Auxiliar). Oremos por Monseñor… (y su Auxiliar, …) para que la Misericordiosa mano de Dios actúe
siempre en él(ellos) y todos lo sintamos. Roguemos
al Señor.
3.
Creemos que la Iglesia son los
sacerdotes, religiosos, catequistas y ministros. Para que nos acerquemos a
ella y seamos testigos creíbles del gran amor de Dios. Roguemos al Señor.
4.
La Catequesis debe transformarnos y
ayudarnos a todos. Por las familias que participan en este proceso para que
se note en todos la gloria de Dios.
Roguemos al Señor.
5. Nuestra
vida dura un tiempo. Para que le confiemos a Jesús lo que viene después de
esta vida. Roguemos al Señor.
Todos tenemos familiares y
amigos que ya duermen el sueño eterno. Para que se verifique en ellos
lo que creemos, Roguemos al Señor.
OFERTORIO
Porque
nuestra Diócesis ha de ser una gran familia, ofrendamos este cartel con la gran familia diocesana representada
dentro de una misma casa.
Así
como no podemos indicar el comienzo ni el final de este anillo, que es una unidad, creemos que la vida de cada persona es
un misterio único de amor en la presencia de Dios.
El pan y el vino los
entregamos convencidos de que Tú mismo, Señor, te harás presente en plenitud en
ellos, dándonos, así, tu propia vida. ¡Por esto, te damos gracias!
ORACIÓN FINAL
Señor,
no quiero temer por lo que un día pueda ocurrir. Quiero vivir sirviéndote y
amándote cada día más. ¡Ayúdanos, Señor!
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