MONICIONES MISA DE GRADO - UBV, 13 de octubre de 2016

MONICIÓN DE ENTRADA

¡Muy buenas tardes, hermanos y hermanas! Les damos una muy cordial bienvenida a nuestra Celebración en la que un grupo de estudiantes de la UBV volveremos a dar gracias a Dios porque Él es misericordioso y siempre está presente en nuestras vidas. Estamos convencidos de que Él nos ha transformado e impulsado a profundizar en conocimientos, habilidades y destrezas para la vida, así como para desempeñarnos profesionalmente, constituyéndonos en servidores capacitados para la comunidad.  Confiamos, así mismo, en que el Señor  derramará abundantes bendiciones sobre nuestros familiares y amigos, quienes han sido instrumentos de estímulo y soporte para llegar hasta aquí.

Como nos lo plantea la Palabra de Dios, la fe debe ser vivida con alegría, porque esto caracteriza a quien ama, a quien tiene una fe verdadera. Claro que todos quisiéramos vivir sin dificultades, pero estas son parte de la vida misma. Porque quien ha tenido un encuentro personal con Cristo Jesús, Nuestro Señor, percibe los grandes problemas con ojos de fe y puede vivir en alegría, sabiendo que Dios le ama y atiende hasta en los más duros momentos de su vida.

¡Llenos de alegría, demos la bienvenida a los Graduandos!

MONICIONES A LAS LECTURAS

PRIMERA: Prisionero por la causa de Cristo, desbordada su alma de alegría, el Apóstol de los Gentiles, Pablo, da elocuentes gracias a Dios. ¿La razón? Su amor a Dios, su fe, su disposición a seguirle hasta el final, su deseo de que otros nunca olviden la Misericordia divina, su certeza de haber recibido gratuitamente incontables bendiciones. Nos muestra, así, que no podemos ‘tener Dios’ solo si nos va bien; es preciso agarrarse de Él en las dificultades.

SALMO: Los judíos consideraban que la historia culminaría con la concurrencia de todas las naciones al Monte Santo para aclamar a Dios, tal y como lo hace el salmo 97 con que oraremos hoy. Pertenece al grupo de los himnos a la realeza de Dios. Hasta en las dificultades podríamos reconocer la grandeza del Señor y alzar nuestras voces para alabarlo también, llenándonos de justa alegría.

EVANGELIO: ¡Ni fe ni amor! Así estaban los maestros de la Ley del tiempo de Jesús, de ahí que no pudieran entender de qué les hablaba el Señor. Y claramente se observa que la felicidad no estaba en su horizonte. Será el evangelista san Lucas quien nos refiera las duras palabras de Jesús contra quienes, conociendo la Escritura, han preferido un sistema de regulaciones antes que vivir el amor a Dios y al prójimo. Error que hemos de evitar los que nos llamamos cristianos.