X Domingo Ordinario, Eucaristía de Primera Comunión, 5 de junio de 2016
PARROQUIA “INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA”
MISIONEROS CLARETIANOS
LOS CUROS, MÉRIDA, ESTADO MÉRIDA
X
DOMINGO ORDINARIO
EUCARISTÍA
DE PRIMERA COMUNIÓN
5
de junio de 2016
MONICIÓN DE ENTRADA (Daniel)
¡Muy buenos días, hermanas y hermanos! Sean bienvenidos a nuestra Celebración Eucarística de este día.

Por otra parte, nuestra comunidad parroquial
recibe a setenta niños, niñas y jóvenes que vivirán su primer encuentro con
Jesús Resucitado en la Eucaristía. Es un
gran día, día de encuentro y amistad naciente; día de compromiso cristiano y de
amor divino.
Dispongámonos,
ahora, puestos de pie, a iniciar la Fiesta Eucarística. Recibamos al
celebrante, el Padre José Antonio Santana, y a los setenta primo comulgantes.
OFRECIMIENTO DE LOS NIÑOS - Familia
de Jesús Alfonso Guerrero
Queridos
hermanos y hermanas:
Nos corresponde el noble compromiso de
representar a los padres y madres de todos los niños, niñas y jóvenes que hoy
van a recibir por primera vez la Comunión. Intentaremos sintetizar lo que, como
familia, sentimos que representa este día, el cual esperamos ellos y ellas
puedan recordar siempre como ‘El Día’ en que se unieron a Cristo Jesús para
comenzar la más hermosa de las amistades.
Muchachos, muchachas, hoy es el día de su
mayoría de edad en la familia cristiana de la que formamos parte. Como
entendemos que eso no será una situación en la que ustedes vayan a vivir
cómodos, queremos invitar a todos los presentes a unirnos para orar al Señor
por ustedes, en profunda reflexión y silencio.
Señor, sabemos que ser cristianos no les va a
resultar fácil a nuestros hijos e hijas. Tomarse en serio la fe y la Eucaristía
no va a ser sencillo. Las palabras “compartir”, “solidaridad”, “amistad
desinteresada” “servicio”, ...incluso, “Dios”, no siempre sonarán bien en los
ambientes en los que ellas y ellos van a tener que vivir, y en ocasiones serán
palabras muy mal acogidas.
Les va a costar ser cristianos, necesitarán
que les ayudemos. Por eso, Señor, aceptamos el COMPROMISO que representa la
Primera Comunión de ellas y ellos, pues entendemos que nosotros también
tendremos que disponernos a creer en el Misterio de tu Amor Eucarístico, y en
todo aquello que durante estos años nuestros hijos e hijas han aprendido aquí.
Tú, Señor, conoces nuestra pequeña disposición para Ti; Tú sabes que nos ocupamos
de otras cosas, tal vez porque sabemos que Tú eres nuestro Amigo Fiel y siempre
estarás allí para socorrernos en todas nuestras necesidades.
Por eso, Señor, ayúdanos a vivir esta
Eucaristía a plenitud para que, compartiendo los sentimientos de nuestros hijos
e hijas, tengamos el valor de comenzar con ellos un CAMINO NUEVO que fortalezca nuestras relaciones familiares
y nos disponga para ser TESTIGOS DE TU AMOR.
Haz, Jesús, que quien nos vea comprenda y sienta que Tú vives en
nosotros porque comencemos a transformar
nuestras comunidades al estilo tuyo.
Bendice a nuestros hijos e hijas, Señor. Te
invitamos, Señor Jesús, a que seas Tú el Jefe de nuestras Familias desde hoy.
¡Amén!
PENITENCIAL
(El Padre invita
a todos –pero especialmente a los Primo comulgantes- a revisar en qué forma
hemos entristecido al Señor con nuestros actos. Él pregunta y 3 niños
responden)
Sacerdote:
Muchas
veces entristecemos a Dios, ¿verdad, niños?...
Niños: ¡Sí,
padre!
Sacerdote: ¿Quién
puede decirnos alguna cosa que haya entristecido al Señor?
Fiorella:
Con
frecuencia hablamos mal y somos groseros con quienes nos tratan de formar,
guiar y corregir. Les causamos dolor y dañamos nuestra relación con las
personas.
Sacerdote:
¿Qué crees que debemos pedirle al
Señor?
Fiorella: Le debemos pedir a Jesús
que limpie nuestra boca de groserías y palabras duras y ofensivas que puedan
disgustar o entristecer a otros, y que nos dé valor para rechazar situaciones
de violencia de cualquier tipo.
Sacerdote:
¡Entonces, pidamos perdón cantando!
(Y viendo al coro)
Coro: Tú,
que siempre nos perdonas…
Gabriel: Padre, ¡hay tantas
maravillas en la creación de Dios, hay tantas cosas bonitas en el mundo!… Pero a
veces desviamos nuestra mirada hacia lo que no da vida o nos acostumbramos a
mirar con odio y rencor a las personas y las cosas que Él también ama. ¡Al
final, todos nos ponemos tristes!
Sacerdote:
¿Qué crees que debemos pedirle al
Señor?
Gabriel: Le debemos
pedir a Jesús que llene nuestra mirada
de alegría y amor, para no fijarnos tanto en lo malo de los demás sino en los
aspectos positivos, buenos, que todos tenemos.
Así como a tener valor para no desviar nuestra mirada hacia lo que causa
muerte.
Sacerdote:
¡También por eso, pidamos perdón
cantando! (Y
mirando al coro)
Coro: Tú,
que siempre nos escuchas…
Zulimar:
Padre,
parece que estamos como sordos y nos cuesta escuchar, tanto a las personas como
la voz de Dios. ¡Sí! Escuchar lo mal dicho, lo grosero y de doble sentido, el
mal consejo, el reto negativo… eso es muy fácil y cómodo. Sin embargo, al
actuar así nos hacemos daño y perjudicando a otros.
Sacerdote:
¿Qué crees que debemos pedirle al
Señor?
Zulimar: Le debemos pedir a Jesús
que nos enseñe a escuchar lo que quienes nos aman nos dicen, a estar siempre
atentos a los demás, a estar pendientes de lo que Dios y la Virgen María nos
aconsejan.
Sacerdote:
¡Una vez más, pidamos perdón
cantando. (Y
dirigiéndose al coro)
Coro: Tú,
que siempre nos ayudas…
Sacerdote: Que Dios,
nuestro Padre, nos perdone las cosas que hacemos mal a propósito o sin querer.
Les doy la señal de que el Señor nos perdona de todo corazón: En el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
MONICIÓN PRIMERA LECTURA (Sra. Franibel Velasco)
La
primera lectura de hoy procede del capítulo 17 del primer Libro de los Reyes. Y
nos narra cómo Elías, ante la muerte del hijo de una viuda, dueña de la casa
donde se hospedaba, oró insistentemente a Dios para que le devolviera la vida
al niño y, en consecuencia, la paz a la madre. Es que, ante el dolor humano, el
profeta sabe que debe tomar posición.
PRIMERA LECTURA (1Reyes 17,17-24)- María
Ángela Villa
Lectura
del primer libro de los Reyes
En
aquellos días, cayó enfermo el hijo de la dueña de la casa en la que se
hospedaba Elías. La enfermedad fue tan grave, que el niño murió. Entonces la
mujer le dijo a Elías: “¿Qué te he hecho yo, hombre de Dios? ¿Has venido a mi
casa para que recuerde yo mis pecados y se muera mi hijo?” Elías le respondió:
“Dame acá a tu hijo”. Lo tomó del regazo de la madre, lo subió a la habitación
donde él dormía y lo acostó sobre el lecho. Luego clamó al Señor: “Señor y Dios
mío, ¿es posible que también con esta viuda que me hospeda te hayas irritado,
haciendo morir a su hijo?” Luego se tendió tres veces sobre el niño y suplicó
al Señor, diciendo: “Devuélvele la vida a este niño”. El Señor escuchó la
súplica de Elías y el niño volvió a la vida. Elías tomó al niño, lo llevó abajo
y se lo entregó a su madre diciendo: “Mira, tu hijo está vivo”. Entonces la
mujer dijo a Elías: “Ahora sé que eres un hombre de Dios y que tus palabras
vienen del Señor”. Palabra de Dios.
MONICIÓN SALMO RESPONSORIAL
(Sra.
Miriam Peña)
Mueve
a la vida en plenitud este salmo 29 con que oraremos hoy. Aquel que ha sido
rescatado de la muerte y tiene conciencia de que es el mismo Dios quien lo ha
hecho, agradece su intervención, pues Él es la razón de su esperanza. Y lo ensalzará,
porque cuando el salmista vivió la dura prueba el Señor lo escuchó y lo liberó.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 29) – Patricia Isabella Pérez Q.
R
Te
alabaré, Señor, eternamente.
L Te
alabaré, Señor, pues no dejaste
que se
rieran de mí mis enemigos.
Tú, Señor,
me salvaste de la muerte
y a punto
de morir, me reviviste /R
L Alaben al
Señor los que lo aman,
den
gracias a su nombre, porque su
ira dura
un solo instante y su bondad,
toda la
vida. El llanto nos visita por
la tarde;
y en la mañana, el júbilo /R
L Escúchame,
Señor, y compadécete;
Señor,
ven en mi ayuda. Convertiste
mi duelo
en alegría, te alabaré
por eso
eternamente /R (Sal 29).
MONICIÓN SEGUNDA LECTURA (Sra. Zuleima Moreno)
Se nos proclamará,
seguidamente, la Carta de san Pablo a los Gálatas. Ocurre que muchas veces nos
empeñamos en destruir la vida en torno nuestro, tal como sucedió con Saulo; él,
sin embargo, recibido el Evangelio de la Salvación, se esforzó en llevarlo a
todos para dar vida. ¡Es un testimonio de vida venciendo a la muerte!
SEGUNDA
LECTURA (Gálatas 1,11-19) – Jesús Alfonso Guerrero
Lectura de
la carta del apóstol san Pablo a los gálatas
Hermanos:
Les hago saber que el Evangelio que he predicado, no proviene de los hombres,
pues no lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de
Jesucristo. Ciertamente ustedes han oído hablar de mi conducta anterior en el
judaísmo, cuando yo perseguía encarnizadamente a la Iglesia de Dios, tratando
de destruirla; deben saber que me distinguía en el judaísmo, entre los jóvenes
de mi pueblo y de mi edad, porque los superaba en el celo por las tradiciones
paternas.
Pero Dios
me había elegido desde el seno de mi madre, y por su gracia me llamó. Un día
quiso revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos.
Inmediatamente, sin solicitar ningún consejo humano y sin ir siquiera a
Jerusalén para ver a los apóstoles anteriores a mí, me trasladé a Arabia y
después regresé a Damasco. Al cabo de tres años fui a Jerusalén, para ver a
Pedro y estuve con él quince días. No vi a ningún otro de los apóstoles,
excepto a Santiago, el pariente del Señor. Palabra
de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO – Aileen Germely Zambrano
R
Aleluya, aleluya. Un
gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R Aleluya (Lucas 7,16).
MONICIÓN DEL EVANGELIO (Sra. María Elena Sánchez)
Corresponde a san Lucas la narración del Evangelio de hoy. Similar a
la primera lectura, la escena presenta a una viuda que va a enterrar a su único
hijo y se encuentra con el Señor. Jesús se compadeció de ella y, luego de
pedirle que no llorara, impera sobre la muerte y le ordena al muchacho
levantarse de allí. Seguidamente, se lo entregó a la madre. Hemos de decidir si asombrarnos por el milagro o movernos
a misericordia.
EVANGELIO (Lucas 7,11-17)
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas
En aquel
tiempo, se dirigía Jesús a una población llamada Naím, acompañado de sus
discípulos y de mucha gente. Al llegar a la entrada de la población, se
encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la
que acompañaba una gran muchedumbre.
Cuando el
Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. Acercándose al
ataúd, lo tocó y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces dijo Jesús:
“Joven, yo te lo mando: levántate”. Inmediatamente el que había muerto se
levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre.
Al ver
esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo:
“Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo”.
La noticia
de este hecho se divulgó por toda Judea y por las regiones circunvecinas. Palabra del Señor.
RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO
Los Primo Comulgantes renuncian a: -------------------------------------------
y se comprometen a:
-----------------------------------------------------------------
ORACIÓN DE LOS FIELES
Pensar que solo Dios es misericordioso nos puede alejar de vivir un verdadero ‘encuentro eucarístico’ de común unión tanto en el templo como en nuestro cada día. Pidamos la fortaleza de su Espíritu para que nos ilumine, nos llene de su paz y nos haga misericordiosos. (Respondemos: Señor de la vida, escúchanos.)
1. Tú
eres fiel, Señor Jesús. Bendice a la Iglesia, a cada bautizado, dondequiera que
se encuentre, para que sea fiel a la misión que le has encomendado. Oremos. – Mariolis
Alejandra Rojas
2.
Tú nos diste el ejemplo de cómo
servir. Bendice a los ministros de tu Iglesia -el Papa Francisco; nuestros
obispos: Baltazar Enrique y Alfredo Enrique; a nuestros sacerdotes: José
Antonio y Jesús Antonio; y a nuestro hermano, John Jairo; para que todos ellos
sientan el gozo de servir al rebaño que Tú mismo les has confiado. Oremos. – Joseph
David Zambrano
3.
Tú eres ‘la Iglesia’. Bendice
nuestra vida comunitaria, nuestro crecimiento como vecinos, estudiantes,
trabajadores, de modo que todos puedan observar cómo nos amamos. Oremos. – Gabriela
Maldonado
4.
Tú nos enseñas lo bueno que es
orar. Bendice a tus hijos con el don de la oración comunitaria y personal, que
puede hacernos mover las más grandes montañas: las que están en nuestros corazones.
Oremos. – Diana
Karelis Rangel
5.
Tú eres Familia Trinitaria, Señor.
Bendice nuestros hogares para que tengamos el valor de cambiar nuestras
actitudes que no producen vida. Oremos. –
Consuelo Guzmán
6.
Tú eres el Camino, Señor Jesús.
Bendice nuestros pasos y acompáñanos en nuestras decisiones. Oremos. – Darlianys
Paola
7.
Tú eres la Verdad, Señor Jesús.
Bendice nuestra voluntad para que seamos auténticos y aprendamos a vivir en tu
Verdad. Oremos. – Jeanisariel Alexandra Lema P.
8.
Tú eres la Vida, oh Jesús. Bendice
nuestra decisión de morir al egoísmo y vivir plena y abundantemente, según tu
oferta para nuestro cada día. Oremos. – Jeanioly Alejandra Lema P.
9.
Tú eres el Príncipe de la Paz.
Bendice nuestra historia personal y comunitaria con esa Paz que no es como la
que da el mundo. Oremos. – Angelo Gabriel
Ybarra B
10.
Tú nos enseñaste que existe la
Vida Eterna. Bendice nuestro recuerdo de quienes ya han pasado de esta vida a
la verdadera y dales a todos ellos el descanso en que creyeron. Oremos. – Kelly Dalay
Jerez
MONICIONES
DEL OFERTORIO (Roger)
Lo
más hermoso de este día es que Tú vienes a vivir en nosotros, Señor. Más que
nunca antes, queremos unirnos a Ti y ofrecerte estos gestos que nos
representarán ante tu altar:
1. FAMILIA / LUCES – Diana Alexander
Parra y su familia
Estamos aquí porque nuestras familias han querido conducirnos a tu Luz,
Señor, para que Te conozcamos y vivamos ‘a tu estilo’. Por eso ellas son ‘luces
en nuestras vidas’. Sabemos que no solo bendices alguna familia, sino a todas
nuestras familias.
2. VIDA / FLORES – Yuhana
María Zambrano B y Mamá de
Gabi
La existencia de cada ser es un regalo de tu amor, Señor. Ofrendamos
estas flores recordando a la más bella de todas -María, nuestra Madre- y como
gesto de gratitud por nuestra existencia. Sabemos que somos misterio de amor,
así como lo son estas criaturas en el vientre de su madre, por quienes te
agradecemos.
3.
ESFUERZOS
/ ORACIÓN / CRUZ - Luis Alejandro
Velazco, Luisana Molina y Jeferson Andrés Quintero M
Señor, entendemos que somos débiles y que sólo si nos esforzamos
tendremos la fortaleza para vencer esas debilidades y podremos triunfar. Por
eso Te entregamos nuestras oraciones de cada día. Con ellas apuntalamos
nuestras situaciones difíciles y Te adoramos en la Cruz.
4. CATEQUISTA /
CATEQUIZANDO / REPRESENTANTE – Yurimay, Solángel Yulmar Peña N y su papá
En las páginas de nuestros cuadernos hemos asentado aspectos
importantes sobre Ti, Jesús. Los recibimos de nuestros catequistas pero, hoy,
queremos entregártelos a través de nuestros padres, transmisores naturales de
nuestra fe en Ti, como Pequeña Iglesia Doméstica que somos.
5.
PRIVACIONES
/ ALIMENTOS – Arauzy Paola Maldonado, Crisbeth Javianny Rivas R, Kenedy Molina y Pedro
José Salas R
Es trabajoso conseguir el pan nuestro de cada día. Sabemos que falta en
muchos hogares. Sabemos que cada Domingo repites aquellas palabras: ‘denles
ustedes de comer’. Por eso hemos tratado de traer muchos alimentos para que
tus pequeños tengan qué comer.
6. COLECTA – Sofía
Valentina Rincón R, Fernando
Alfonso Weky R
‘Quien da con alegría recoge con alegría’. Queremos
ser generosos y, por cuanto cada uno de nosotros es Iglesia y nos sentimos
comprometidos con cada una de sus necesidades, Señor Jesús, hemos reunido este
aporte entre los padres y entre los hijos, para mejorar nuestro templo y
colaborar con tu Iglesia.
7. HOSTIA Y VINO, CÁLIZ Y
VINAJERAS - Sarah Victoria López,
Nelson Alejandro
Toro, Rubens Darío Mejías D y Keyla Molina
Traemos ante tu altar, Señor, una ofrenda que el hombre elabora para
que Tú la transformes. Es que, aunque nuestros ojos no lo puedan distinguir
así, ella será tu Cuerpo, tu Sangre, tu Alma y tu Divinidad, que se nos dará en
el Alimento para la Vida verdadera y para nuestra Salvación, Señor.
Por todo
esto, ¡GRACIAS, Señor!
ORACIÓN
POR LOS PRIMO COMULGANTES (Yaselín)
Ya el Señor ha realizado su gran gesto de amor,
cual es entregarse eucarísticamente a cada uno de los Primo Comulgantes.
Seguidamente, el Celebrante realizará un gesto de amor cristiano sobre cada uno
de ellos, el cual va acompañado por el poder de la investidura sacerdotal,
haciéndolo aún más relevante.
Así mismo, les serán impuestas estas cruces que han
sido realizadas por un artesano de nuestra comunidad. Todos queremos que éste
sea un día inolvidable en las vidas de estos niños y jóvenes, así que les
invitamos a mantenerse en silenciosa oración por nuestros muchachos y
muchachas. Ojalá que los cantos nos ayuden.
Mientras esto sucede, las ministras de la
Eucaristía administrarán la santa comunión
a las personas debidamente preparadas que lo soliciten.
¡Es día de alegría! Quien no pueda acercarse a la
comunión eucarística, cierre sus ojos y comience a adorarlo, porque el Señor
Jesús está en medio de nosotros y nos ama a cada una, a cada uno!
CONSAGRACIÓN DE LOS NIÑOS A LA VIRGEN MARÍA (Yeni)
Madre
nuestra:
Con la seguridad de un hijo que se
sabe amado, queremos entregarte y consagrarte hoy a cada uno de estos
niños, niñas y jóvenes que están viviendo un momento muy especial: su encuentro personal con Jesucristo
Resucitado, tu Hijo, en la Eucaristía.
Quienes les hemos preparado, no podemos
olvidar tantas conversaciones con ellos, tantos momentos de formación, tantas
oraciones y tantos consejos, tantos regaños.
Pareciera, pues, que podríamos tener miedo de quedar mal ante Jesús y
ante Ti, Madre, porque sus corazones pudieran no estar en las condiciones que
se requieren para vivir este encuentro.
Afortunadamente, no es así, Madre. Y no porque confiemos mucho en el trabajo
desarrollado por nosotros, con tan grande amor, en cada uno de ellos. No.
Hoy estamos seguros y llenos de gozo en
Cristo por todos y cada uno de ellos, porque sabemos, Madre, que podemos
confiar en tu indescriptible amor de Madre.
Sabemos que Tú darás el lugar adecuado a cada palabra y a cada esfuerzo
realizado para llevarlos al encuentro con Jesús. Sabemos que Tú entiendes sus
reacciones y actitudes mejor que nadie, porque sientes que cada uno es hijo e
hija tuyo; sabemos que Tú les recibes
con el mismo amoroso corazón con que recibías a Jesús Niño cada vez que salía a
jugar o a trabajar con su padre, san José.
Te entregamos a nuestros jóvenes con
sus realidades familiares; con todo lo que son, con todo lo que tienen: lo
bueno y noble, lo menos bueno e indeseado; con todos los que están a su lado
cada día; con sus dificultades y sus logros; con su pasado, su presente y su
futuro... En fin, Madre, te los entregamos con todo lo que Dios Padre les ha
dado para vivir sus vidas. Al hacerlo,
quedamos tranquilos, porque Tú los pondrás en contacto con el mayor de tus hijos, Jesús, y cuidarás siempre
de sus vidas de fe y de servicio.
Gracias, Madre.
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