Solemnidad de san Juan Bautista, Misa de Grado de Patricia Andreína Roa Quintero, 24 de junio de 2016

MONICIÓN DE ENTRADA

¡Muy buenas tardes, hermanos y hermanas! Reciban la más cordial bienvenida a esta Celebración del único santo al cual se le celebra la fiesta de su nacimiento. Juan, el Bautista, conocido como el último profeta del Antiguo Testamento. Persona radical, realizó su ministerio de bautizar y llamar a la conversión de los pecados en el río Jordán.  Uno de los bautizos hechos destacó sobremanera, el del Señor, a quien presentó como “el Cordero de Dios”, cuyo reinado había estado anunciando. Juan fue fiel a su misión hasta la muerte.

En esta noche nos reunimos por muchas intenciones diferentes y particulares, entre las cuales se encuentra la de una joven de nuestra comunidad que, habiendo estudiado en la Ilustre  Universidad de Los Andes y, constituida desde ayer en Licenciada en Enfermería, Patricia Andreína Roa Quintero, quiere  dar gracias a Dios, una vez más, por su misericordiosa presencia en cada momento de la vida propia y de todos nosotros; porque Él obra transformándonos e impulsándonos a profundizar en conocimientos, habilidades y destrezas para la vida, así como en el desempeño profesional que Patricia Andreína ha de desplegar en  adelante dentro del ejercicio de su carrera.  Es momento oportuno de pedir al Señor  que bendiga abundantemente a nosotros y a nuestros familiares y amigos, verdadero estímulo y soporte para alcanzar cualquier meta. Y que la Mano de Dios esté con Patricia Andreína

¡Con gozo, damos la bienvenida a la Graduanda!

MONICIONES A LAS LECTURAS

PRIMERA: Como se expresará en la lectura de su libro, el profeta Isaías fue llamado para ser luz de las naciones, para que la salvación alcanzara hasta el confín de la tierra. Y, así como él, toda persona que se permita vivir un encuentro personal con el Señor podrá descubrir que ha sido llamada desde el mismo seno materno. Dios, que nos ama y nos respeta, siempre estará esperando nuestra respuesta a su llamado.

SALMO: Oraremos con el Salmo 138. Es justo reconocer con el salmista que todo en nosotros depende de Dios, quien con esmero ha formado nuestro ser –perfecto a sus ojos-, cuida de nuestros pasos generosamente y siempre está dispuesto a atendernos. ¡Misterio insondable es el Señor!

SEGUNDA: De los Hechos de los Apóstoles, en un brevísimo bosquejo de la historia de nuestra Salvación, san Lucas nos entregará la figura de quien constituye el eslabón de enlace entre el Antiguo Testamento –Juan, llamado ‘el Bautista’- y la Palabra de Salvación -que es Jesús. Juan se presenta como simple testigo y presentador de quien nos habría de dar la tan esperada Salvación, Jesucristo.

EVANGELIO: El evangelista san Lucas nos presenta al hombre más grande nacido de mujer, Juan, verdadera manifestación de la misericordia de Dios.  De padres ancianos –el sacerdote del antiguo rito, Zacarías, y su mujer humillada por estéril, Isabel- Dios manifiesta no solo su poder sino, más aun, su gran Misericordia al concederles lo humanamente imposible: la paternidad-maternidad. Por supuesto, todos percibieron esa presencia divina tras este hecho.

ORACIÓN DE LOS FIELES

1.    Edificaste tu Iglesia, Señor, para que fuera punto de enfoque y corrección en el amor para toda la humanidad, anticipo de tu Reino de amor, paz y justicia. Le diste capacidades para sobreponerse hasta al pecado mismo. Al orar hoy por ella te pedimos sea fuente de Misericordia y fraternidad. OREMOS AL SEÑOR.

2.    Hay un país grande con el cual soñamos. Nos ofrecemos como instrumentos transformadores y potenciadores de todas las riquezas con que bendijiste a Venezuela y te suplicamos una unción muy especial sobre todos sus ciudadanos para que, unidos y conscientes de sus responsabilidades personales, aportemos esfuerzos para superar toda dificultad. OREMOS AL SEÑOR.

3.    Oramos por todos los miembros de nuestra comunidad universitaria para que, por cuanto su quehacer reviste gran importancia para la sociedad en general, se esfuercen en abrir sus mentes y sus corazones a Dios y a su Palabra, constituyéndose en testimonio vivo de su amor que da  frutos de Vida verdadera. OREMOS AL SEÑOR.

4.    Toda familia constituye elemento transformador, donde se corrigen patrones inadecuados y se promueven nuevas estrategias de crecimiento. Que la superación de sus integrantes y su disposición para el servicio de la comunidad - manifiestas en cada uno de los aquí presentes- las nutran y constituyan ejemplo constructivo a imitar. OREMOS AL SEÑOR.

5.    Como recién graduada he querido agradecer hoy a Dios por este triunfo junto a mi comunidad parroquial, a la vez que pedirle su protección y guía en el ejercicio profesional para que, así como mis 77 compañeros de Promoción, logremos actualizar y profundizar conocimientos, satisfacer nuestras necesidades materiales a nivel personal y familiar, y que ejerzamos con alegría la atención a los enfermos. Que jamás olvidemos que somos personas sirviendo a personas. OREMOS AL SEÑOR.

6.    Es una realidad que muchos familiares y amigos  jamás volverán a estar en medio de nosotros porque ya cumplieron la misión de vida que el Señor les había encomendado. Oramos para que la tristeza por su partida a la Patria Celestial sea cambiada por la convicción de que descansan de sus fatigas y recibirán el premio a sus esfuerzos, a su amor. OREMOS AL SEÑOR.

7.    La paz verdadera sólo viene de Ti, Señor, y somos nosotros quienes la transmitimos en nuestras historias personales con nuestros ejemplos de vida. Oramos, pues, por la paz; para que la Presencia Eucarística de Cristo Resucitado  llene y transforme nuestros corazones con ese don tan anhelado y se multipliquen sus manifestaciones en nuestros lugares de trabajo y en nuestras comunidades. OREMOS AL SEÑOR.

OFERTORIO (Leído por Patricia Andreína)

Porque muy pronto, Señor, Te harás presente eucarísticamente sobre este altar, hoy queremos hacernos presentes y unirnos a Ti, que eres la gran Ofrenda al Padre, con estas humildes ofrendas que nos representan:

LUZ

Por cuanto tu Presencia en nuestras vidas es Luz que disipa las tinieblas propias y de quienes nos rodean, nos comprometemos a caminar en esa tu Luz.

FLORES

La manifestación de todo fruto de vida comienza en una flor. Por eso hoy presentamos estas flores que anticipan los frutos de nuestras vidas.

MATERIAL DE CURAS

Como graduada he recibido el conocimiento necesario para el desarrollo y la superación de las potencialidades individuales y sociales. Sin embargo, solo el ejercicio de la misericordia nos hace crecer como personas. Este material se entrega para ayudar a nuestros hermanos más necesitados.

ALIMENTOS Y FRUTOS

En respuesta de amor a nuestros hermanos más pequeños te presentamos estos alimentos y frutos; constituyen, además, un compromiso de darles nosotros de comer en nombre tuyo.

FAMILIA

La familia, portadora y preservadora de la vida, ha de ser causa de constantes bendiciones para sí misma y para toda persona. En mi familia te entregamos, Señor, todas las nuestras, seguros de que tu amor es capaz de transformarlas y multiplicar sus bendiciones. (Patricia se une a su familia)

GRADUANDA Y TÍTULO (Se lo ha traído algún familiar, que se lo entrega delante del celebrante.  Alguien más lee.)

Aunque constituyo junto a mis 77 compañeras y compañeros de Grado una pequeña parte de la sociedad, sabemos que tenemos una muy grande responsabilidad en ella. Te estoy entregando, Señor, en acción de gracias todo lo que constituyó nuestro quehacer educativo, las posibilidades que se abren ante cada uno de nosotros y los compromisos que nuestra carrera implica. Porque, en todo, Tú estás con nosotros.

CÁLIZ Y VINAJERAS (Personas de la comunidad)

Alimentos para el alma. El pan y el vino constituyen la expresión de nuestra necesidad de esforzarnos y de recibir tu auxilio cada día de nuestras vidas, así como el fruto de nuestro caminar, de nuestra ‘tierra’, de nuestra vida, de la de cada bautizado, de tu Iglesia.

Por todo esto, ¡gracias, Señor!

ORACIÓN FINAL

Señor,  al terminar esta Celebración queremos llevarnos la fuerza del Alimento recibido y el ejemplo de vida de Juan el Bautista, sabiendo que debemos anunciar su reinado de misericordia con nuestras vidas mismas. Amén.