V Domingo de Pascua 24 de abril de 2016


MONICIÓN DE ENTRADA

¡Muy buenos días, hermanas y hermanos! Les damos la más cordial bienvenida a nuestra Eucaristía del Quinto Domingo de Pascua, día en que el amor que se entrega, que sirve, que reconoce la misteriosa y vivificante Vida del Resucitado en todo cuanto existe, día en que ese amor nos renueva y nos capacita para ser, desde ya, ciudadanos del Reino de Dios. Porque el Reino que Jesús nos trae se manifiesta en nuestras buenas obras, las cuales siempre han de llevar la sazón del amor a Dios y a cada persona que esté cerca de nosotros, de nuestra historia. (Se interrumpe para dramatización en misa familiar o con niños)
De ese amor surgirán hermosas amistades: primeramente con Dios, fuente  y origen de lo más noble y hermoso; seguidamente, la amistad sincera con nuestros familiares, amigos y conocidos, con quienes nos necesitan y con aquellos a quienes nosotros necesitamos, con aquellos que requieren nuestro perdón…
¡Y el mundo será mejor!... Eso pedimos y agradecemos hoy al Señor. Comencemos esta celebración cantando alegres porque… tenemos un Amigo que nos ama y que dio su vida por nosotros.

PENITENCIAL
1. (Cartel con la palabra ‘Dios’ tachada) • Cada vez más, Dios se ha vuelto ‘innombrable’. Olvidamos hacerlo tema de nuestra conversación de cada día o dar testimonio de sus favores. Olvidamos aplicar ‘su teoría’ a nuestra práctica diaria de vida. ¡Señor que das vida, ten piedad!
2. (Cartel: No creo en nada ni nadie) • Porque no tenemos fe; porque creemos que las personas que nos han causado dolor a nosotros o a quienes amamos, no pueden cambiar positivamente. ¡Cristo que nos salvas, ten piedad!
3. (Cartel: El amor no existe) • Porque valoramos lo que se puede comprar o pagar y menospreciamos lo que podemos lograr y superar en nuestras vidas. Porque confundimos amar con querer y terminamos actuando como si fuéramos objetos. ¡Señor recreador nuestro, ten piedad!

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
PRIMERA.- La primera lectura sigue siendo del Libro de los Hechos de los Apóstoles y nos muestra cómo los discípulos de Jesús se dispusieron manos a predicar las enseñanzas de Jesús por todos los lugares a donde iban, atendiendo las necesidades encontradas y organizando la Iglesia naciente. Los viajes misioneros fueron muchos y se iba enriqueciendo el testimonio que daban del amor y la fuerza de Dios.
SALMO.- Si creemos que no sabemos orar, el Salmo 144 nos resultará muy útil. Estructurado alfabéticamente, es un hermoso himno de alabanza. Confirmaremos que alabar al Señor con toda nuestra fuerza nos llenará de paz y entusiasmo para seguir adelante, a pesar de los problemas: ¡El Poderoso nos acompaña!
SEGUNDA.- San Juan nos dibuja –en el Libro del Apocalipsis- la nueva Jerusalén, es decir, la naturaleza recreada a partir del Paso de Jesús por la muerte para darnos su vida.  Describe el Apóstol que el dolor y la muerte darán paso a la alegría y la vida. ¡Esa es nuestra esperanza!
EVANGELIO.- Pensamos que lo grandioso es demasiado complicado. Así, creemos que el Mandamiento por excelencia, ‘ámense como Yo los he amado’ es un sueño irrealizable. Sin embargo, vivir como Él vivió –amando porque sí- es la única manera de vivir felices y encontrar la Gloria de Dios. El evangelista san Juan nos lo recordará seguidamente: la gloria de Dios la experimentaremos amando y sirviendo al estilo de Jesús.

ORACIÓN DE LOS FIELES
1.- Tu Iglesia, Señor, es misionera y se encuentra en viaje de misión. Haz que cada bautizado, cada bautizada, entienda que tiene algo que hacer para instaurar el Reino de Dios entre los suyos. Roguemos al Señor.
2.- Rogamos por todos los países, en especial el nuestro. Que el esfuerzo sincero de tantas personas buenas que quieren ayudar a los demás, dé frutos de vida nueva, renovada en tu amor misericordioso, Señor. Roguemos al Señor.
3.- Hay mucha gente viviendo en la violencia y no pueden levantar sus ojos para ver que se puede vivir en paz; no pueden soltar sus manos y utilizarlas para construir relaciones de respeto y solidaridad. Ayúdanos Tú, Señor. Roguemos al Señor.
4.- Queremos suplicar por quienes nos han pedido que oremos por sus intenciones y necesidades. Recordamos a los enfermos del cuerpo, la mente o el espíritu y a quienes cuidan de ellos; también a quienes viven dificultades a nivel familiar, laboral o comunitario; por quienes se sienten defraudados o en soledad. ¡Bendícelos a todos, Señor! Roguemos al Señor.
5.-  Queremos rogar por todos los difuntos. Te agradecemos, Señor, lo que cada uno de ellos nos aportó para que fuéramos personas buenas. No les tomes en cuenta sus faltas sino tu gran amor y ese mismo amor que los movió a actuar. Prémialos con tu Reino, Jesús. Roguemos al Señor.
6.- Es sencillo ser amable con mucha gente, pero nos cuesta serlo en nuestros hogares, con nuestras familias. Hoy te suplicamos, Señor, que te glorifiques transformando nuestros hogares, tantas malas actitudes. ¡Puedes comenzar con las nuestras! Roguemos al Señor.
7.- Por los niños, niñas y adolescentes que se están preparando para recibir algún sacramento, particularmente los de nuestra Parroquia. Haz, Señor, que sus corazones se vuelvan centro de adoración a Ti y motor que transforme sus vidas según tu voluntad. Roguemos al Señor.

OFERTORIO
* Señor, te entregamos el deseo de hacernos uno contigo y de regalarte nuestro corazón, con toda su hermosura, con todo su dolor, pues Tú nos has amado siempre con ese amor incomparable.
* En la familia late por vez primera nuestro corazón espiritual y se le va modelando para el servicio y la entrega. En esta familia entregamos todas las nuestras para que las transformes con tu Presencia eucarística.
* Solo podemos entregarte nuestra pequeñez, el pan y el vino. Esperamos tu grandezay tu Misericordia en lo que  nos darás: nuestro más necesario Alimento.



ORACIÓN FINAL
Dios Padre nuestro, que por amor a nosotros llegaste hasta a entregarnos a tu Hijo Unigénito, enséñanos a amar según tu voluntad y a entregar nuestros esfuerzos  de cada día por nuestro prójimo, glorificando, así tu Nombre. Amén.

Amar como Jesús amó
Dramatización

La catequista 2 observa que xxx salió corriendo, muy molesta, y la llama. Casi por obligación, la niña/el niño responde. Preguntas y respuestas se suceden. En definitiva ella/el no cumplió su asignación porque hubo problemas en la casa. Su catequista no entendió sus palabras incompletas y sus compañeros se burlaron de ella, la etiquetaron llamándola/o mentirosa/o.
-‘Mi catequista no me creyó, sino a ellos…’, decía la niña/el niño con profundo dolor.
- ‘Bien’, dijo la catequista 2, ‘¿te parece que vayamos con ellos a aclarar lo sucedido?’
- ¿Y si aun así no me creen?
-Tranquila/o, lo entenderán. Tú, déjame a mí.
Y se acercan al grupo.
- Perdonen que les interrumpa, pero quería compartir con ustedes una inquietud. ¡A ver quién lo sabe!… ¿A cuál de las personas que estaban pidiendo que condenaran a Jesús a muerte le importaba escuchar la verdad de Jesús?
La respuesta fue casi que inmediata: - A ninguno, profe…
- ¿Por qué creen ustedes que ocurrió así?... ¿Ellos amaban a Jesús?
- ¡No, profe!
- Pues, nosotros también actuamos así cuando no aceptamos la verdad del otro. xxx está muy triste. No creímos en su verdad. Dudamos de ella. ¿Qué creen que podemos hacer ahora?
- La catequista  comienza: Sí, xxx, yo creo que expresé desamor cuando no te creí, más aún cuando permití que ellos dijeran lo que dijeron. Quiero que me disculpes, porque actué mal, como Jesús no quiere que actuemos.
Y se fueron disculpando uno a uno los compañeros…
- El amor debe marcarnos. ¡Tenemos que amar como Jesús amó! Y eso no es fácil, pero debemos acostumbrarnos a vivir en el amor de Dios. Solo así arrancaremos a Jesús las dolorosas espinas de su Crucifixión.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

ACCIÓN DE GRACIAS POR EL CUMPLEAÑOS 80 DE MARÍA NINFA NAVA DE PARRA

Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen 16 de Julio de 2015

Misa de Grado, XXXII Promoción Bachilleres en Ciencias, C.C.B. 'Haydee Cárdenas', 20 de julio de 2016