Domingo XX del Tiempo Ordinario 16 de agosto de 2015
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy buenos días! Reciban nuestra más cordial
bienvenida al inicio de nuestra Eucaristía. Celebramos hoy el XX Domingo del
Tiempo Ordinario.
Seguro que muchos de los aquí presentes
recordamos que, cuando éramos pequeños, nuestras madres reservaban nuestras mejores
ropas para los domingos. Pero no por el domingo en sí mismo, sino porque ese era
el día de ir a la fiesta, a la misa,
porque ellas sabían muy bien que este día es santo, ya que en una mañana
dominical el Señor resucitó. En ella sentimos el gozo de encontrarnos unos con
otros, saludarnos, fraternizar, ocuparnos de los hermanos y hermanas, entregarles
una sonrisa de ánimo, como lo hacemos en la mejor de las fiestas.
En nuestra celebración, comeremos y beberemos
Pan de Vida y Cáliz de Salvación. Hablaremos con Quien nos invita. Cantaremos.
Estaremos atentos a todos los detalles para poder comentarlos durante la semana
con quienes encontremos en el día a día. ¡Es día de Acción de Gracias! ¡Es el
Domingo! ¡El día de los cristianos! ¡El día de la belleza del alma!
PENITENCIAL
1.
Nos preocupamos poco por recibir lo que viene de Dios pero, mucho, por recibir lo que viene del mundo, y
nos hacemos insensatos. Señor, ten
piedad
2.
Nos encantan las fiestas, donde
comemos y bebemos abundantemente; pero venimos a la Misa –que es la fiesta- como simples espectadores,
para ver qué hacen bien o mal el celebrante y los asistentes. Cristo, ten piedad
3.
Decimos amar a Dios, nos reconocemos cristianos,
pero rechazamos –muchas veces sin razones- el Alimento que nos une a nuestro
Salvador. Señor, ten piedad
MONICIONES SOBRE LAS
LECTURAS
PRIMERA.- El Libro de la Proverbios es la primera
lectura de hoy. Se presenta a Dios como el huésped que invita y se entrega, y
al invitado –el creyente- como el que recibe con corazón sencillo. Él, rico y
abundante; nosotros, pobres y necesitados de Su amor. Sabiduría, sensatez,
prudencia, son imágenes de Dios.
SALMO.- El
Salmo 33 canta gloria a Dios. Lo utilizamos la semana anterior y repetimos con
otro enfoque. ¡Dios es maravilloso! Con Él encontramos abundancia, bondad y
paz, que mucha falta nos hacen. ¿Será que estamos alejados de Dios? Porque al
cristiano tiene que notársele que lo es en su comportamiento dentro y fuera del
templo.
SEGUNDA.- Al
continuar leyendo fragmentos de la Carta a los Efesios, descubriremos que, para
San Pablo, el creyente está llamado a
celebrar la fe en comunidad y a vivir un estilo de vida singular, por cuanto el
Espíritu de Dios lo asiste en todo momento. En definitiva, nuestra vida debe
ser una constante alabanza a Dios.
EVANGELIO.- Continuaremos
la lectura del Evangelio de Juan con el discurso del Pan de Vida. Pero ahora
Jesús anuncia que Su Cuerpo y Su Sangre son ese pan que da vida eterna, no vida
física para un tiempo, sino vida eterna. Ciertamente, son palabras escandalosas
para quienes miden todo con sus sentidos físicos, corporales. Palabras de Vida
verdadera para quienes se permiten ver más allá o seguir al Señor.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Pidamos al Señor por la Iglesia; por el Papa Francisco y todas sus intenciones;
por los que han consagrado sus vidas al servicio de Cristo en la Iglesia; por
todos los bautizados, especialmente los más alejados o confundidos. Roguemos al Señor.
2.
Tengamos un recuerdo especial por todos los enfermos que se encuentran en los
hospitales. Por aquellos que mueren en la soledad. Por los que se sienten ‘carga’
para sus familiares. Roguemos al Señor.
3.
También recordemos a quienes cuidan familiares o amigos enfermos, para que vean
en esos rostros doloridos el cuerpo del mismo Cristo y sean reconfortados. Roguemos al Señor.
4.
Por quienes están confundidos y realizan prácticas propias de religiones
orientales –como el yoga- y otras de la
Nueva Era, y buscan descubrir allí su cristianismo. Roguemos al Señor.
5.
Por los temporadistas que visitan otras tierras, para que sus caminos sean
seguros, despejen tanto cansancio acumulado y puedan regresar sanos y salvos y con
ánimo a reanudar sus actividades regulares. Roguemos al Señor.
6.
La paz es una actitud ante todo y todos. ¡Que este mundo tenga paz, Señor! Que el
respeto y la tolerancia se hagan realidad en todos los lugares del mundo y de
nuestro país donde la violencia hace su triunfo, casi siempre invocando grandes
ideales. Roguemos al Señor.
7.
Oremos por quienes no dan importancia a la Eucaristía. Para que descubran que
ella es voluntad expresada por el Señor para quienes quieren estar y permanecer
unidos a Dios. Para que la descubran y reciban debidamente preparados. Roguemos al Señor.
8.
Oremos por nuestras familias y todas las del mundo. Que sean sanadas las
relaciones entre sus miembros, robustecidos su amor y unidad, y comprendido y
aceptado el sentido de entrega mutua y servicio. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
¿Qué
hay en nosotros que no necesite de Dios? Tú has creado cuanto existe y nos has
dado capacidades que ni siquiera llegamos a descubrir o utilizar. A pesar de
eso, Señor, mientras más grandes avances científicos y tecnológicos vemos o
disfrutamos, nos damos más cuenta de nuestra pequeñez y de nuestra gran necesidad
de Ti. Por eso Te entregamos con alegría este
pan y este vino para que, transformados en Ti mismo, nos hagamos uno en Ti.
¡Gracias, Señor!
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