VII DOMINGO DE PASCUA 17 de mayo de 2015 SOLEMNIDAD DE LA ASCENSION DEL SEÑOR
MONICIÓN DE ENTRADA

Seguro
que los discípulos de Jesús ni estarían pendientes de tantas palabras que Él les
había dicho; por ejemplo, que iría a prepararnos una morada en el cielo. Ante
su humana tristeza, la ayuda divina no se hace esperar: Él ha de volver con
gloria. Entre tanto, esperarán la venida del otro Paráclito, el Espíritu Santo.
El Señor se marcha: asciende entre las nubes.
Los discípulos se sintieron tristes en un primer momento. Dios mismo
envía mensajeros a recordarles que Él volverá en su gloria.
Y
corresponde a La Madre, María Santísima, mantener unidos y en la oración a
quienes esperaban Su regreso. A nosotros nos corresponde unirnos a María, la
Madre, para preparar nuestros corazones para adorar a Dios con nuestro día a
día, con nuestra devoción y vida sacramental.
Así
que, en éste, nuestro Mes Mariano por excelencia, junto a la Madre de la Iglesia, recibamos con
alegría al sacerdote que nos va a ofrecer, por medio del Espíritu, el
sacrificio de Jesús y su Resurrección.
1. Nos cuesta mantener
la calma; creemos que todos se equivocan pero pocas veces creemos estar
nosotros equivocados. Es que somos orgullosos. ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
2.
Vemos maravillosos los hogares de otras personas; nos olvidamos que el nuestro
será mejor cuando nosotros colaboremos más, perdonemos más y alegremos más. ¡CRISTO, TEN PIEDAD!
3.
Porque nos cuesta ser humildes, amables y comprensivos; no nos sobrellevamos
mutuamente con amor ni nos esforzamos en mantener la unidad del Espíritu con el
vínculo de la paz. ¡SEÑOR, TEN PIEDAD!
MONICIONES A LAS LECTURAS
PRIMERA: Volvemos al inicio
del Libro de los Hechos de los Apóstoles como primera lectura de hoy, donde se
narra cómo ocurrió la Ascensión del Señor, quien ya no estará más físicamente
entre nosotros. Ha terminado la historia del Hombre de Galilea y se inician los
tiempos en que se cumplirá la promesa del Padre –y ahora también del Hijo- de
enviar al otro Paráclito (esto es, Protector), los tiempos de la
"construcción del reino de este mundo".
SALMO: Aunque el Salmo 46 se refiere a la victoria de los
Macabeos sobre los opresores del Pueblo de Israel, que es propiedad de Dios –así
como todo cuanto existe- debe notarse el carácter profético del versículo 6,
que repetiremos: Dios
asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas. Hoy celebramos
ese hecho.
SEGUNDA: Dios
nos hace unidad con Él en Su Iglesia. En la segunda lectura, tomada de la Carta
a los Efesios, Pablo puntualizará bien las funciones de cada miembro de la
Iglesia. Cristo, cabeza de la Iglesia, está sentado a la derecha de Dios, en el
cielo, y por encima de cualquier criatura o poder. Nosotros, viviendo la
vocación cristiana, unidos al Padre en Cristo y colaborando cada cual con
nuestros particulares dones; un solo Cuerpo, un solo Dios y Señor, una sola
Iglesia.
EVANGELIO: Marcos,
el más conciso de todos los evangelistas, deja muy claro que el Señor Jesús “ascendió al cielo y se sentó a la derecha
de Dios”; igualmente lo hace respecto a la misión que corresponde cumplir a
los Apóstoles y a quienes creemos en Él: anunciar el Mensaje de la Salvación
a todas las personas. Jesús mismo es
quien nos ayuda a hacerlo.
ORACION DE LOS FIELES
A
ese Cristo vivo que asciende ante nuestra mirada, tomamos como Mediador para
que presente al Padre todas nuestras necesidades. Así repetimos: JESÚS, LLEVA NUESTRA PLEGARIA AL PADRE.
1.-
Jesús, pide al Padre por el Papa, los obispos, sacerdotes, religiosos,
religiosas y toda la Iglesia para que no deje nunca, a pesar de sus faltas, de
anunciar a todos Tu amor, cumpliendo la misión que Tú les asignaste. OREMOS
2.-
Jesús, pide al Padre por todos los dirigentes de las naciones para se dejen
guiar por Tu Palabra, buscando el bien de sus ciudadanos, su progreso y su paz.
OREMOS
3.-
Jesús, pide al Padre por todos los que una vez estuvieron junto a Ti y que se han
alejado de la Iglesia, para que entiendan que ésta, aunque pecadora, es el
único camino hacia la Casa del Padre y retornen pronto al redil. OREMOS
4.-
Jesús, pide al Padre por los enfermos, los que sufren, los hambrientos, ellos
son tus predilectos. Que el amor de sus hermanos fructifique en ellos y
recobren la salud, se restablezcan de sus dolencias y colmen sus necesidades. OREMOS
5.-
Jesús, pide al Padre por todos los niños y jóvenes, ellos también son Tus predilectos.
Para que ninguno de ellos se pierda por nuestro mal ejemplo. OREMOS
6.-
Jesús pide al Padre por todos los que nos hemos reunido ante el altar, para que
convertidos a Ti de verdad seamos testigos de tu Amor al mundo y cumplamos con
la misión que nos encomendaste. OREMOS
7.-
Jesús, pide al Padre por nuestras familias, para que sus miembros nos dispongamos
a poner en práctica los cambios que descubrimos como necesarios durante el
Tiempo de Cuaresma y las reconstruyamos desde Tu amor, enriqueciéndolas.
OREMOS.
8.-
Jesús, Salvador nuestro, pide al Padre que se manifieste a todos los niños,
niñas y jóvenes que se han estado preparando para recibir algún sacramento;
para que su amor por Ti se perciba en su comportamiento hacia ellos mismos y
hacia su entorno y Te amen cada vez más. OREMOS.
9.
Jesús, Tú nos enseñaste que existe la Vida Eterna. Bendice nuestro recuerdo de
quienes ya han pasado de esta vida a la verdadera y dales a todos ellos el
descanso en que creyeron. OREMOS.
OFERTORIO
1.
Quien
termina una carrera recibe su título.
Hoy queremos entregarte, Señor, el reconocimiento a Tu labor cumplida, ya que lograste nuestra Salvación. Trabajaremos
para hacerla efectiva.
2.
Señor,
queremos llegar al cielo el día que Tú dispongas llamarnos. Hemos hecho avioncitos de papel, que hoy volaremos
hacia Tu altar. No es juego nuestro, Señor, sino un compromiso de vivir
buscando elevarnos a Tu Presencia.
3.
La
ofrenda incomparable e insustituible del pan
y el vino va acompañada de nuestra gratitud por Tu amor sin límites,
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