III Domingo de Pascua 19 de abril de 2015
MONICIÓN DE ENTRADA

El ser humano –tan singular, pero tan común- se ve muy
afectado por las situaciones que vive, al punto que tenemos miedo de seguir
adelante, de tomar decisiones importantes o, inclusive, de expresar nuestra
verdad. Conviene que volvamos a escuchar la pregunta del Señor: “¿Por qué
surgen dudas en su interior?”
Hemos de dejarnos encontrar por Él, dejar que Su Presencia
nos auxilie, que Su Vida nos fortalezca y transforme; de entregarle a Él
nuestros miedos, dejarnos llenar por Él.
Pero ¿hay algo que podamos ofrecer al Señor? Nuestras vidas
y nuestra fe, nuestra amistad y nuestro deseo de hacer Su voluntad. Seguro que
confirmaremos que, entonces, desaparecerán
nuestros interrogantes y nuestras dudas.
¡Hermanos, es momento de alabar, de cantar, de encontrarnos
con Nuestro Señor Jesús!
PENITENCIAL
•
Señor, muchas veces nos empeñamos en continuar haciendo lo que está mal; no nos
disponemos a cambiar para parecernos más a Ti. Señor Resucitado, ten piedad. (Un niño/a presenta un cartel: Quiero
cambiar, Señor)
•
Preferimos ser cristianos de cumplimiento y no de crecimiento; así evitamos los
compromisos reales de nuestra fe. Cristo
Resucitado, ten piedad. (Un niño/a presenta un cartel: Quiero comprometerme
contigo, Señor)
•
Confundimos lo que Tú eres, Señor. Creemos que eres Dios de oscuridad, de muerte
y de muertos, de tristeza, de miedo. No descubrimos Tu Presencia, siempre
cercana y transformadora. Señor
Resucitado, ten piedad. (Un niño/a presenta un cartel: Quiero encontrarte, Señor)
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
PRIMERA.- Dentro del capítulo 3 de los Hechos de los Apóstoles
encontraremos una hermosa exhortación de san Pedro a los judíos. Debemos
entender que para todos nosotros está abierta la posibilidad de cambiar los
errores que hemos cometido mediante el arrepentimiento sincero y buscando
imitar a Cristo Jesús, el que resucitó de entre los muertos y nos trajo Su vida
plena de amor.
SALMO.- Con el Salmo 4 alabaremos llenos de alegría –en sintonía
con el tiempo gozoso de la Pascua de Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Más que una oración de la tarde o que la plegaria que algunos pronunciaban
antes de dormir, con sus versos agradeceremos confiados a Dios, siempre
presente en nuestras necesidades.
SEGUNDA.- Si vivimos en el amor, conocemos cómo es Dios. Porque no
es lo que digamos a todos, sino la manera en que nos comportemos, la que pondrá
de manifiesto si conocemos al Señor Jesús y guardamos lo que Él nos manda. El
Apóstol Juan, en la continuación de su I Carta, nos presenta a Jesús como Salvador
de todas las personas de todos los tiempos, ¡y eso nos incluye a todos!
EVANGELIO.- Escucharemos el relato de la última aparición de Jesús en el
Evangelio de San Lucas. Posterior al encuentro con los peregrinos de Emaús,
estando todavía asustados los discípulos, Jesús se hace presente y los
tranquiliza con explicaciones sencillas y comiendo con ellos. Llenos de
alegría, Jesús abre sus mentes para que entiendan la razón de Su sufrimiento y
el compromiso que les corresponde asumir a ellos.
PETICIONES
1.-
A veces parece que no tenemos razones para estar alegres. Que sepamos llenarnos
de la alegría que, como Iglesia, debemos comunicar al mundo entero. Roguemos al Señor.
2.-
Por todos los gobernantes del mundo, para que se sepan testimonio de vida y
tomen conciencia de que deben favorecer el desarrollo óptimo de la vida de
todos sus ciudadanos. Roguemos al Señor.
3.-
Por todas las personas que sufren, por las que no tienen lo necesario para
vivir dignamente, por los que no tienen trabajo o vivienda, por los que están
enfermos o sufren prisión, para que todos nosotros demos un buen testimonio
ayudándoles. Roguemos al Señor.
4.-
Por quienes han sido llamados y enviados a distintos lugares del mundo a
anunciar el Evangelio, con la fuerza de Cristo Resucitado para que lleven a
cabo su misión. Roguemos al Señor.
5.- Por quienes creen que Dios hará lo que nos
corresponde hacer a nosotros. Haz, Señor, que comprendamos que debemos cumplir
Tus Mandamientos no solo para lograr la salvación sino, además, para ser
felices en este mundo. Roguemos al
Señor.
6.-
Tu Resurrección, Señor, nos asegura que también nosotros resucitaremos.
Recordamos a quienes ya han experimentado la muerte física. No tomes en cuenta
sus faltas sino el amor que siempre les animó y el gran deseo de salvación de
Tu Iglesia. Roguemos al Señor.
7.-
Por los que nos preparamos para la
Primera Confesión, Primera Comunión, Comunión de
Perseverancia o Confirmación. Para que vivamos este tiempo ilusionados por
conocer más y mejor a Jesucristo, por dejarlo estar presente en nuestras vidas.
Roguemos al Señor.
8.
Oramos por nuestras familias. Haz, Señor, que comprobemos que la misa dominical
nos ayuda a mantener la alegría y la unidad familiar y fortalecer nuestra fe. Roguemos al Señor.
OFRENDAS
1.
Queremos entregarte la alegría de la Pascua cristiana. Queremos
que se note, en nuestras palabras y actitudes, que CRISTO es importante en
nuestras vidas. Por eso este niño con estos globos expresa nuestro
deseo. (Alegría)
2.
Jesús ganó para nosotros, con su Muerte y Resurrección, la posibilidad de vivir
un día eternamente. ¡Gracias, Señor por la
vida! (Pasan varios niños con la
palabra Vida)
3. No importa cuántas cosas Te entreguemos,
Señor, sabemos que el pan y el vino
son las auténticas, únicas y verdaderas ofrendas eucarísticas. Al llevarlas
hasta el altar Te entregamos nuestro deseo de mejorar nuestras relaciones con
Dios y con las personas, para que aumente nuestra fe en Jesús Eucaristía. (Fe)
Comentarios
Publicar un comentario