CAMINATA DE LA VIRGEN DE LA ENCARNACIÓN Para casos muy difíciles
Con esta devoción nos constituimos en acompañantes
de María durante el tiempo de Su gestación del Hijo de Dios. Esta práctica
piadosa debe aumentar cada día nuestra fe y piedad, a la vez que María
interceda ante Su Hijo por nuestras necesidades.
Se
rezarán tres Salves, cada una seguida de la oración, que se meditará brevemente,
y de la respectiva petición o gracia.
Ésta
es la oración:

Oración Final:
Acuérdate,
oh Piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que
han acudido a Ti, implorando Tu asistencia y reclamado Tu socorro, haya sido
jamás abandonado de Ti. Animado(a) con
esta gran confianza, a Ti también acudo, aunque gimiendo bajo el peso de mis
pecados, me atrevo a comparecer ante Tu presencia soberana. No deseches, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes
súplicas; antes bien inclina a ellas Tus oídos y dígnate atenderlas
favorablemente. Amén.
Se concluye
diciendo tres veces:
Bendito
y Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, en el cielo, en al tierra, en
las profundidades del abismo y en todo lugar.
Amén.
SE
REZA UN AVE MARIA POR LA PERSONA PROPAGADORA DE ESTA CAMINATA.
NOTA: No se debe
hablar cuando se está rezando. Se comienza el día 25 de marzo y se termina el
25 de diciembre. Se está caminando mientras se reza.
Con licencia
eclesiástica
Comentarios
Publicar un comentario