III Domingo del Tiempo Ordinario 25 de enero de 2015
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy buenos días, hermanas y hermanos!
Pedimos al Señor Sus bendiciones sobre nosotros y quienes conforman nuestra s
historias personales al comenzar la Eucaristía de este III Domingo del Tiempo
Ordinario.
Hemos de estar muy atentos pues este Domingo
se refiere a la llamada del Señor, que lo hizo y lo sigue haciendo: llamó al
profeta Jonás y a los primeros discípulos de Jesús -Pedro, Andrés, Santiago y Juan. Pero
Él nos llama también a todos nosotros y nos pide que Le sigamos, Le amemos, Le
conozcamos y Le ayudemos a anunciar Su Reino para que todos puedan conocerlo,
amarlo y servirlo.
Hoy, como todos los años, con el lema: "Desde la Alegría Familiar,
salimos a Evangelizar", se celebra una nueva Jornada de la Infancia y Adolescencia
Misionera, con la cual la Iglesia nos invita a renovar nuestro compromiso de solidaridad con los niños, niñas
y adolescentes de los cinco continentes. Ellos necesitan ser evangelizados,
pero entre ellos hay muchos que pueden evangelizar, con el apoyo de sus
familias y nuestro aporte.
Dispongámonos con alegría a celebrar nuestro
encuentro con Jesús
PENITENCIAL
1.
Señor, perdónanos porque las cosas del mundo nos importan más que Tú; y Te
rechazamos. Señor, ten piedad.
2.
Señor, cuando alcanzamos a oír Tu llamado, dudamos; y no nos disponemos para
Ti, porque somos cómodos y no queremos comprometernos contigo. Cristo, ten piedad.
3.
Señor, no Te dejamos guiarnos hacia lo que es correcto, hacia Tu amor, hacia Tu
Palabra, hacia nuestros hermanos y hermanas que necesitan que les sirvamos. Señor, ten piedad.
MONICIONES SOBRE LAS
LECTURAS
PRIMERA. En la primera
lectura, tomada del Libro de Jonás, podremos descubrir la importancia del que
nos habla en nombre del Señor. Nínive es un pueblo que no conocía a Dios, pero
que supo reconocerlo en el llamado sencillo a la conversión que les hizo Jonás;
creyó y Dios les devolvió Su confianza, perdonándolos.
SALMO. El salmo 24 es de los llamados alfabéticos,
pues la letra inicial de cada verso corresponde a las letras del alfabeto
hebreo. Expresa la actitud del orante: Levantada nuestra alma al Señor,
podremos hablarle y escucharlo. Y expresa la actitud de Dios: Él nos guiará por
caminos de verdad y de justicia y siempre nos ofrece Su propia amistad.
SEGUNDA: Escucharemos como segunda
lectura el mensaje que San Pablo envía a los cristianos de Corinto, el cual también va dirigido a
nosotros: nuestra condición de vida es, realmente, una oportunidad de
santificación que Dios nos da. Así, estaría muy bien que nos preguntáramos qué
podemos hacer –por ejemplo- para santificar a nuestra familia; o, de igual
manera, qué tenemos que hacer para ayudarla en su proceso de santificación.
EVANGELIO: Del Evangelio de San
Marcos -el evangelista que nos acompañará en la liturgia de este Ciclo B-
escucharemos cómo fueron llamados los primeros cuatro Apóstoles, Pedro y
Andrés, Santiago y Juan. Ocurrió en medio de lo que hacían cada día. Allí,
ellos se decidieron y actuaron. Ocurre igual para nosotros. No esperemos una
ocasión extraordinaria. Tal vez hoy es el día en que Jesús te pida que le
sigas. ¿Qué le responderás? ¿Aceptarás la misión que Él te propone?
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Muchas veces la Iglesia, sus ministros y sus fieles nos mostramos sordos a Tu
voz, Señor. Toca todos esos corazones para que se destapen nuestros oídos y
podamos seguirte y cumplir nuestra misión. Roguemos
al Señor.
2.
Creemos que todo está bien en nosotros y no nos decidimos a cambiar. Para que
entendamos que el mundo será mejor en la medida en que cada uno de nosotros se
convierta y Te siga, Señor. Roguemos al
Señor.
3.
Esperamos que ocurra algo asombroso y olvidamos que, en medio de nosotros, hay
muchos niños, niñas y jóvenes que pueden llevar Tu mensaje de salvación al
mundo entero. Oramos por la Infancia y Adolescencia Misionera. Roguemos al Señor.
4.
Desatendemos Tu llamado a seguirte, nos desentendemos de Tu Presencia, Señor.
Para que Te descubramos en Tu Palabra, en Tu Iglesia, en Tu Eucaristía o en Tus
mandamientos y podamos decir a todos que Te hemos encontrado, que estás allí. Roguemos al Señor.
5. Rogamos al Señor por todas las
comunidades religiosas, de formación, laborales y familiares, para que sus
miembros descubran que no están allí por casualidad sino para aportar, recibir
y transformarlas. Roguemos al Señor.
6.
Hay mucha gente que sufre alrededor nuestro, Señor. Danos el valor de ayudar a quienes
tenemos cerca para que, así, su dolor se convierta en alabanza a Tu gran amor y
nos fortalezca en la fe y la caridad que conduce a la esperanza. Roguemos al Señor.
7.
Oramos por todos los niños, niñas y jóvenes que participamos en la catequesis,
para que comprendamos que Tú nos llamas también a nosotros, pues quieres que Te
ayudemos a hacer un mundo mejor y que Te llevemos a todas las personas que
encontramos en torno a nosotros. Roguemos
al Señor.
OFERTORIO
1.
También nosotros somos pescadores. Hoy Te entregamos estas REDES vacías. Con
ella simbolizamos nuestra entrega a Ti con nuestra realidad, la cual Te
permitimos transformar.
2.
Ponemos en Tus Manos, Señor, el poder de nuestras FAMILIAS, para cambiar el
mundo con Tu amor, porque tenemos fe en Ti y esperamos un mundo mejor, más
humano, más parecido a lo que Tú quieres que sea. ¡Protégelas, Señor!
3
Te entregamos, Señor, el PAN y el VINO que Tú transformarás en Ti mismo.
Gracias por permanecer con nosotros ‘todos
los días, hasta el final de los tiempos’.
ORACIÓN FINAL
Al
ver cómo llamaste a Tus primeros Apóstoles me doy cuenta, Señor, que a mí
también me has llamado. Sé que me necesitas aunque no comprenda muy bien cómo servirte.
Sé que eres mi mejor Amigo y que Tú sólo buscas mi felicidad y la de todas las
personas. No ceses de llamarme. Transforma mi corazón para que pueda
escucharte. Amén.
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