NOVENA DE NAVIDAD: MISAS DE AGUINALDOS Jueves 18 de Diciembre de 2014
1.
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy buenos días tengan
todas y todos ustedes! ¡Nos encontramos
en nuestra tercera Misa de Aguinaldos! Avanzamos hacia Belén para recibir al
Dios-con-nosotros, el Emmanuel, en nuestros corazones, en nuestras vidas.
Los anuncios de la
Palabra de Dios en torno a la Navidad son alentadores. Dios no se olvida de Su
Pueblo y tiene un plan de acción que nos traerá gozo y paz. En un Niño chiquitico se inaugurarán los
tiempos de la Salvación tan anunciados por los profetas. Y, así como el último
y más grande de los profetas –Juan bautista- lo anunciara, también nosotros
debemos preparar nuestros hogares y comunidades para recibir a Aquél que ya
viene.
(Donde se comenzó el día 15, cambiar: ‘tercera’ por ‘cuarta’.
Así valdrá como cuarto día)
PRIMERA LECTURA (Jeremías 23, 5-8)
Dios ha
realizado cosas maravillosas por Su Pueblo, sacándolo de la esclavitud de
Egipto. Ahora realizará una obra mayor: bajo un Rey justo y prudente, amante
del derecho, Dios reunirá a todo Su Pueblo, a los del norte y del sur, a los
que tuvieron que marchar lejos o exiliarse. Así, el pueblo reunido por Dios vivirá
con paz, derecho y justicia.
Lectura del libro de Jeremías.
Llegarán los días
-oráculo del Señor- en que suscitaré para David un germen justo; él reinará
como rey y será prudente, practicará la justicia y el derecho en el país. En
sus días, Judá estará a salvo e Israel habitará seguro. Y se lo llamará con
este nombre: “El Señor es nuestra justicia”. Por eso, llegarán los días -oráculo
del Señor- en que ya no se dirá: “Por la vida del Señor que hizo subir a los
israelitas del país de Egipto”, sino más bien: “Por la vida del Señor que hizo
subir a los descendientes de la casa de Israel, y los hizo llegar del país del
Norte y de todos los países adonde los había expulsado, para que habiten en su
propio suelo”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 71, 1-2. 12-13. 18-19)
R. ¡Que en sus días florezca la justicia!
Concede, Señor, tu
justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu
pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. R.
Porque él librará al
pobre que suplica y al humilde que está desamparado. Tendrá compasión del débil
y del pobre, y salvará la vida de los indigentes. R.
Bendito sea el
Señor, Dios de Israel; el único que hace maravillas. Sea bendito eternamente su
Nombre glorioso y que su gloria llene toda la tierra. R.
ALELUYA
Aleluya / ¡Pastor
de la casa de Israel, que diste la Ley a Moisés en el Sinaí, ven a librarnos
con el poder de tu brazo! / Aleluya
EVANGELIO (Mateo 1, 18-24)
Este fragmento que escucharemos nos muestra la
intervención de Dios y la respuesta obediente de José, quien será encargado de
recibir al Niño de María como suyo. Y deberá ponerle el nombre, Jesús. Este
nombre explica la misión que cumplirá: “él salvará a su pueblo de todos sus
pecados”. Literalmente, el nombre Jesús en hebreo es Yehoshua, que significa
“Yavé salva”. Así, ésta es la buena noticia: en este Niño Rey se realizará
plenamente la promesa salvadora de Dios. Por eso nos trae la paz, el derecho y
la justicia.
Lectura del santo evangelio según san Mateo
Este fue el origen
de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía
no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su
esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió
abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le
apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María,
tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu
Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él
salvará a su Pueblo de todos sus pecados”. Todo esto sucedió para que se
cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: “La Virgen concebirá
y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel”, que traducido
significa: “Dios con nosotros”. Al despertar, José hizo lo que el Ángel del
Señor le había ordenado: llevó a María a su casa. Palabra del Señor
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
¡Dios está con tu
Iglesia! Que el testimonio de todos los bautizados sea manifestación creíble de
tu amor que se hizo Niño. Que pueda enseñarnos, guiarnos y darnos siempre a
Jesús. Roguemos al Señor.
2.
¡Dios está
con los gobernantes! Para que comprendan que es mejor sólo quien manda con justicia
y prudencia, amando el derecho. Roguemos al Señor.
3.
¡Dios está con
nuestras familias! Te entregamos sus dificultades y desánimos, sus limitaciones
y sus posibilidades. Que sean causa de esperanza para la humanidad pues en
ellas hay hombres y mujeres de buena
voluntad, auténticos evangelizadores, que transmiten el don precioso de la fe. Roguemos al Señor.
4.
¡Dios está
con los enfermos! El sufrimiento puede agobiar, Señor. Que nunca perdamos la
esperanza, que confiemos y pidamos Tu Voluntad sobre cada enfermo de nuestras
familias y, más aún, cuando nosotros mismos lo estemos. Roguemos al Señor.
5.
¡Dios está
con los atribulados! Con los que han perdido un ser querido en cualquier
circunstancia. Haz que tengamos la confianza de que ellos ya descansan en Ti y
nos demos el permiso de dejar de sufrir. Que tengamos el valor de recordar a
nuestros difuntos con alegría. Roguemos
al Señor.
6.
¡Dios está con
los vecinos de este sector! Para que los organizadores de esta Eucaristía, acepten
la Voluntad de Dios en sus vidas y pidan siempre Tus abundantes bendiciones ante
toda circunstancia que deban enfrentar personalmente y en sus comunidades. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
LUCES
Para que nuestro
pecado pierda espacio en nuestras vidas y podamos ver Tu Luz.
FLORES (DE NAVIDAD)
Hermosa
manifestación del amor de Dios que nos renueva y llena de alegría.
DEVOCIONES (Rosario,
imágenes de la Virgen o algún santo)
El ejemplo de tanta
gente buena nos recuerda que hay muchas maneras de hablarte, escucharte y
encontrarte, Señor.
PORTAL DE BELÉN
Queremos ofrecerte
nuestros más queridos espacios –nuestros hogares- para que vivas en ellos.
ALIMENTOS
Te entregamos a
nuestros hermanos más necesitados para que, al recibir estos alimentos que hoy
Te entregamos, Señor, descubran cuánto los amas y cómo estás pendiente de
ellos.
COLECTA
Para ayudar a
nuestra Iglesia en sus necesidades y colaborar con tus servidores muy amados, los
sacerdotes y los más pobres.
CÁLIZ Y VINAJERAS
Señor, nada tenemos
propio que Tú antes no nos hayas entregado. Te presentamos el PAN y el VINO
para recibir la Vida y la Salvación. ¡Gracias, Señor, por quedarte con nosotros!
ORACIÓN FINAL
Dulce Jesús Niño, retoño
de un pueblo debilitado por el pecado, presencia tierna y poderosa del Dios que
nos ama sin merecimientos nuestros. Ayúdanos a descubrirte en la sencillez del
Pesebre para que podamos adorarte en la grandeza de la Salvación que nos has
traído. Y, así, Te llevemos siempre con nosotros. Amén.
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