Cuento de Navidad La Historia Sagrada dentro de nuestras vidas: ¡Un voto por la paz!
Cuento
de Navidad
La
Historia Sagrada dentro de nuestras vidas
Seguidamente
presentamos un guión para representar un Nacimiento Viviente. Hemos colocado
dentro de un cuento cualquiera lo significativo de la Historia Sagrada, del
nacimiento de Jesús, nuestro Salvador. Al mismo tiempo se desarrollan las dos
representaciones: el cuento (Carlos, Antonio y Camila, el relato de algo que
pudiera suceder hoy) y la Historia Sagrada (la Virgen María y José, los
ángeles, Isabel, los pastores, posaderos, Herodes, Reyes Magos; se agregan una
persona y un sabio o consejero…); a esta última la podríamos llamar ‘estampas’
y, al final, los personajes del cuento se acomodan en torno a la ‘estampa
final’ (la Familia de Nazaret junto al resto de los personajes).
¡Un
voto por la paz!
Autor: Daniel González Urbina
(Radio):
¡Invitamos a la población en general a presentarse en el
puesto militar más cercano! ¡¡¡Hay que
prepararse para la guerra!!!....
Antonio:
(suelta el tambor y se levanta) ¡Sí, mis panas!...
¡¡¡Vamos a anotarnos de una, hay que ir a echar plomo!!!
Carlos:
¿Cómo?... No, Toño, ¡no se juegue con eso! ¡Mire que eso
es serio!
Antonio:
¡¡¡No!!! …¡¡¡Yo no estoy jugando!!! Yo sí me voy a
presentar, así que ¡¡¡búsquense otro que les toque el tambor en el grupo!!!
Camila:
¡Ay, Antonio! ¿Dos años tocando aguinaldos con nosotros y
no aprendiste nada?
Antonio:
Claro que sí, ¡¡¡aprendí a defender lo mío!!! …¡¡¡Yo no
voy a dejar que nadie me quite mi país!!!
Camila:
Ah, ok… ¡Eso es lo que has aprendido…!
Carlos:
(suspiro) ¡Qué lástima!
Antonio:
Sí, claro, ustedes hablan así porque ¡puro cantar! ¡Pero
no les importa el país!
Carlos:
¡Que equivocado estás! ¿Acaso Jesús nació para que
nosotros fuéramos a la guerra?
Antonio:
Bueno…. (lo interrumpe Camila)
Camila:
Ya, Toño, ¡no aclares, que oscureces!
Carlos:
Si, la
Navidad , el nacimiento de Jesús, es el acontecimiento más
importante de la historia, tanto que decimos “antes de Cristo y después de
Cristo”…
Camila:
Jesús, el Hijo de Dios, se encarnó en María, una joven
virgen de Nazaret, en lo que hoy en día es Israel… En aquel entonces, era parte
del gran Imperio Romano y, por eso, el pueblo judío sufría mucho y esperaban el
Mesías prometido, que ellos pensaban que sería un guerrero poderoso…
Antonio:
¡Ahí tienen! Hasta los judíos sabían que la guerra es
necesaria.
Carlos:
¡No! ¿Tú crees que si ese fuera el plan de Dios, Jesús
hubiera nacido como nació?
Ángel: Alégrate, llena de Gracia, el Señor
está contigo.
María: Yo no sabía que quería decir ese
saludo y me quedé conmovida con esas palabras...
Ángel: No temas, María, porque has
encontrado el favor de Dios. Concebirás
en tu seno y darás a luz un Hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo
del Altísimo. El Señor Dios le dará el
trono de su antepasado David; gobernará por siempre el pueblo de Jacob y su
reinado no terminará jamás.
María: ¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?
Ángel: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder
del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el Niño santo que nacerá de ti
será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en
su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes de
embarazo. Para Dios nada es imposible.
María: Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal
como has dicho.
Camila: ¿Viste, Toño? ¿En qué parte el ángel hablo de guerra, de
destrucción, de dominación o de conquista?
Antonio: ¡Pero se sobreentiende que para gobernar tiene que quitar al que
está gobernando!
Carlos: ¡Qué equivocado estás! Lástima que, a diferencia de María, tú no
hayas podido entender al Ángel Gabriel…
Camila: Sí, la
Virgencita sí entendió, por eso lo primero que hizo fue ir a
felicitar y a A-YU-DAR a su prima Isabel…
Antonio: ¡Pues normal! ¿No son familia? ¿Qué tiene eso de raro?
Carlos: Considerando que María era prácticamente una niña, que todavía no
estaba casada…
Camila: Y que Isabel vivía lejíiiiisimoooooo….
Isabel: Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el
Fruto de tu vientre, ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la Madre de mi Señor? Apenas
llegó tu saludo a mis oídos, el niño salto de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa
tú por haber creído que se cumplirán las promesas del Señor!
María: Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi
espíritu se alegra en Dios, mi Salvador, porque se fijó en su humilde esclava y
desde ahora todas las generaciones me llamarán feliz. El Poderoso ha hecho
grandes cosas por mí: ¡Santo es su nombre! Muestra su misericordia siglo tras
siglo a todos aquellos que viven en su presencia. Dio un golpe con todo su
poder: deshizo a los soberbios y sus planes. Derribó a los poderosos de sus
tronos y exaltó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a
los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su siervo, se acordó de su
misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a sus
descendientes para siempre.
Antonio: ¿Vieron? Ustedes mismos lo están diciendo: “Deshizo a los
soberbios y sus planes”…. ¡Bueno, para eso vamos a la guerra, a callarle la
boca a los que nos quieren dominar!
Carlos: ¿Y la guerra no es una expresión de soberbia? ¿No es en el fondo
una búsqueda de poder?... También dijo la Virgen : “exaltó a los humildes”.
Camila: Pues sí, está buena su discusión, pero les recuerdo que la vida no
son los grandes conflictos… también hay pequeños detalles, que pueden complicar
las cosas…
Antonio: ¡Ah, pues! Y ¿tú, por qué sales con esa ahora?
Camila: No, yo sólo digo… si no, vean a María, visitó a Isabel… pero, a la
vuelta le tocaba darle la cara a José, su prometido y explicarle su embarazo!
Carlos: ¡Huy! Pues sí ¿verdad? ¡Pequeño problema!
José: ¿Cómo es eso de que estás esperando un hijo?
María: Sí, José, el Señor me ha dicho a través del Ángel
que voy a ser madre de su Hijo, el Salvador prometido a nuestros padres.
José: María, yo te amo pero ahora necesito tiempo para
pensar qué va a ser de ti y de mí.
Carlos: ¡Pobre José! Nosotros lo vemos fácil porque ya sabemos cómo pasó
todo… ¿Pero él? ¡¡¡Qué angustia tan grande sentiría!!!
José: ¡No lo puedo creer!
María no es de esas mujeres, ella sería incapaz de faltar a su palabra.
¿Pero, si ella había ofrecido permanecer virgen hasta la muerte? ¿Por qué Dios
la escogió a ella y no a otra?... No sé qué voy a hacer, ¡no puedo entender
nada de lo que está pasando...!
Camila: ¡¡Tranquilos!! ¡Bien lo dijo la Virgencita : “socorrió a
Israel, se acordó de su misericordia”! Porque Dios no desamparó a José y envió
al Ángel Gabriel para que lo tranquilizara…
Ángel: José, descendiente de David, no tengas miedo de llevarte
a María, tu esposa, a tu casa, si bien está esperando por obra del Espíritu
Santo, tú eres el que pondrás el nombre al Hijo que dará a luz. Y lo llamarás
Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.
Camila: ¿Te fijas, Toño? ¡Dios quiere paz, quiere que estemos unidos, que
nos comprendamos!
José: María, un Ángel del Señor me ha dicho en
sueños sobre el Hijo que vas a tener. Ahora sé que es el Hijo de Dios y por eso
he decidido encargarme tanto de Él como de ti.
Antonio: ¡¡¡Épale!!! Pero si yo no estoy pelado, los opresores les hicieron
irse bien lejos porque querían saber cuántos eran y tenerlos bien registraditos
¿verdad?
Carlos: Eso es cierto… ¿pero, qué tiene que ver?
Antonio: ¡Que ellos no tenían que dejarse montar la pata, vale! ¡Tenían que
haberse quedado y ya!
Camila: ¡¡¡Ay, Antonio!!! ¿Por qué eres tan necio? ¿No entiendes que José
y María eran obedientes?... Ellos respetaban las leyes y amaban la paz…
Antonio: ¿Pero por ser obedientes se tienes que dejar pisar?
Carlos: ¿Y para defender lo tuyo entonces tiene que haber sangre y
destrucción? ¿Acaso tú no sabes que los judíos tenían años peleando con los
romanos? Y lo único que lograron fue muertos y más muertos!... Mientras que
José y María, con su obediencia, nos trajeron un Salvador para toda la
humanidad. ¡El Salvador!
Camila: Perdonen que los saque otra vez de su tema…. Pero, insisto con lo
de las cosas del día a día…. Miren a José y María buscando dónde hospedarse….
Tremendo problema tenían, considerando que María ya estaba por dar a luz….
Posadero 1: ¡Nooooo!, ¡Aquí no hay posada!
José: Disculpe, señor, pero venimos desde Nazaret y
necesitamos descansar...
Posadero 2: (mirando
a María) ¡Lo lamento, pero aquí no hay posada para ustedes!
José: Venimos desde Nazaret, mi esposa está embarazada y
necesita descansar, ¿podríamos...?
Posadero 3: Lo siento mucho, pero no hay
posada...
José: ¡En el Nombre del Señor, no le estoy pidiendo una
gran habitación, simplemente un lugar...!
Posadero 3: De veras, no pueden pasar la noche
aquí, pues no tengo ningún lugar que ofrecerles; sin embargo, puedes dirigirte
a los establos que están abandonados en las afueras de la ciudad...
Camila: ¡En un establo… donde dormían los animales! ¡¡¡Ahí fueron a
parar!!! ¡¡¡Tanto esfuerzo, tanto sacrificio!!! ¿Todo eso para que nosotros hoy
estemos pensando en matarnos unos a otros? ¿Toño, de verdad eso te parece
justo?…
Carlos: ¡Sí, amigo!…. Míralos ahí, en medio de la noche… Solos, con la
compañía de los animales… ¿Cuál es su esperanza? ¡¡¡…Que va a nacer el Mesías,
el Salvador esperado para el mundo!!!
Antonio: No lo había visto así….
Camila: ¡¡¡Claro!!! ¡Si lo hubieras visto, no estarías ansioso de ir a
matar gente! Gente como José y María… o como el Niño Jesús….
è
Se bajan todas las luces, se
escucha Noche de Paz y nace el
Niño. Luego comienza el Gloria y pasa directamente al anuncio de
los pastores ß
Ángel: No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una
buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo: Hoy, en la
ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el
Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un Niño recién nacido, envuelto en
pañales y acostado en un pesebre...
Pastor 1: ¿El Mesías, el Salvador? ¡Vamos a verlo!
Pastor 2: Ha de ser muy pobre, pues está en un pesebre...
Pastor 3: ¿Qué le llevaremos?
Pastor 4: Yo le llevo mi leche…
Pastor 5: Yo le daré mi abrigo preferido…
Pastor 1: Yo, un queso delicioso…
Pastor 2: ¿Estas flores, le gustarán?
Pastor 3: Le daré esta lana para que su Madre le haga algún
vestido…
Pastor 6:
Y yo, ¿qué le voy a llevar?
Pastor 4:
¡Qué importa...! ¡Vamos!
Camila: Antonio, ¿por qué crees tú que los primeros en conocer al Niño
Dios fueron los pastores?…
Antonio: ¡Obvio! ¡Porque eran los que estaban más cerca!
Carlos: ¡Tienes razón! Pero no porque estaban cerca en cuanto a espacio,
sino porque estaban cerca en el corazón…
Camila: ¡Cierto! El nacimiento de Jesús no era noticia importante para la
gente soberbia y poderosa, que confiaba en sus armas y sus riquezas… para
ellos, más bien, era un problema…
Antonio: ¿A, sí? ¿Y los Reyes Magos, qué pintaron ahí entonces? ¿Por qué
ellos sí sabían?
Carlos: Mira…. Jesucristo es Rey… y es el hombre más humilde que haya
podido nacer… porque el problema no es el poder, no es la majestad que tengas…
el problema es lo que tú hagas con ella!
Reyes: Queremos saber dónde está el palacio del rey, pues una estrella nos ha
dicho que ha nacido el Rey de los Judíos y queremos ir a adorarlo.
Persona: Yo no he sabido que haya nacido un nuevo rey pero, de cualquier
modo, el palacio queda hacia allá.
è
Música mientras los reyes
llegan al palacio de Herodes ß
Herodes: ¡El César es el único rey que tiene Israel y, hasta donde sé,
él no ha tenido ningún hijo...!
Reyes: Pero el Rey que nosotros buscamos es el Hijo del Dios Altísimo.
Sabio: Las antiguas escrituras hablan de un Rey que nacería en la
ciudad de David...
Herodes: Vayan y búsquenlo. Cuando lo encuentren, vengan a avisarme, así
yo también podré ir a rendirle honores.
Camila: ¿Viste, Toño? ¡¡¡Justo lo que te estábamos diciendo!!! Tan maluco
ese Herodes!!! ¡¡¡Quería matar al Niñito Jesús!!!
Antonio: ¡Claro! A él le molestaba otro rey…. ¡¡¡Quería todo para él!!!
Carlos:¡¡¡ Mi estimado amigo!!! ¡¡¡Acabas de aprender la lección!!!
Antonio: ¿¿¿Cómo???
Camila: ¡¡¡Sí!!!! Tú mismo acabas de describir el origen de todas las
guerras: ¡¡¡EL DESEO DE PODER DE LOS HOMBRES!!!
Antonio: Pero… pero yo….
Carlos: Ya, calla y mira qué hicieron los Reyes Magos….
MELCHOR: Me llaman el rey Melchor
Por las tierras de Bagdad.
Te
traigo el oro luciente
Símbolo
de caridad.
Lo
deposito a tus pies
Mientras
beso el manto real...
GASPAR: Vengo de Arabia Saudí
Tierra
bendita por Dios
Que
da perfumes al hombre
Y
da incienso para Dios.
Lo
deposito a tus pies
Niño
de inmensa bondad
Que en
tu corona de Rey
Brilla
la Divinidad.
BALTASAR: Vengo al trote del camello
Por
los campos de Etiopía
El
amor sirvió de espuela
Y
una estrella fue mi guía.
Desde
que salí de Jerusalén
He
pensado en Ti
Niño
de Israel.
Carlos: En definitiva…. No sé tú, pero yo no voy a dejarle de cantar al
Niño Dios, por ir a matar a mis hermanos….
Camila: Sí…. ¿Por qué utilizar mi voz para insultar y herir, cuando puedo
cantar, alabar y bendecir a mi Señor?
Carlos: Si, Antonio…. Si te quieres ir… las puertas están abiertas….
Camila: ¡Y están abiertas también para que regreses! Porque desde ahora,
vamos a estar pidiéndole por ti al Señor, para que te acompañe, te bendiga y te
proteja… y llene tu corazón de paz…. De la misma paz que se respiraba en el
portal de Belén…
(…Un silencio… Los niños
adoran al Niño. Antonio se va muy
decidido al principio, pero comienza a disminuir su ímpetu hasta que se
detiene, reflexiona, y se da vuelta para regresar…)
Antonio: ¿Será que ustedes aceptarían a este necio de vuelta? ¿Será que me
pueden devolver mi tambor y permitirme
acompañarlos?... Ya no quiero ir a ninguna guerra… más bien, prefiero pedirle
al Niño Jesús que proteja nuestro país, que nos regale la dicha de vivir en paz
y fraternidad… que nos dé mucho amor y unión en cada familia…
(Todos los niños): ¡¡¡Ese es el deseo de todos nosotros para esta Navidad!!!!
(Se oye: …cuando
Dios lo vio tocar ante Él, le sonrió…!)
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